Un trabajo del Centro de Opinión Pública y Estudios Sociales (Copes) de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA reveló que al 75 por ciento de los trabajadores no les alcanza el salario para cubrir sus necesidades. Además, el 70 por ciento de los consultados admitió que no se siente representado por su sindicato.
El Centro de Opinión Pública y Estudios Sociales (Copes) de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA detectó, a partir de una encuesta, que el 40 por ciento de los consultados percibe que peligra su fuente de empleo. El temor asciende entre las personas que tienen menor nivel educativo, trepando hasta el 45,9 por ciento entre aquellos que acreditan estudios primarios completos y atraviesa a todo tipo de establecimientos laborales, sean del sector público o privado y alberguen a mayor o menor cantidad de asalariados en su planta laboral.
En ese sentido, el informe indica que la presunción decae al 28,9 por ciento en lugares donde trabajan más de 100 personas, mientras que en el sector público sólo el 31,2 por ciento considera en riesgo su puesto, un sector laboral históricamente asociado con cierta estabilidad. Además, el 60 por ciento de los encuestados respondió que su salario no concuerda con su capacidad o con su esfuerzo y el 75 por ciento sostuvo que su sueldo no cubre sus necesidades.
Sobre este punto, la investigación aplicó un corte por género y arrojó que los hombres, en términos generales, se sienten menos valorados que las mujeres, contra cierta hipótesis inicial que sugiere lo contrario. En efecto, el 53,8 por ciento de los varones plantea no sentirse valorado contra el 42,7 por ciento de las mujeres, y lo mismo sucede con las personas de edad intermedia, donde el 57,4 por ciento de quienes tienen entre 30 y 44 años advierte la falta de estima. De todas maneras, la valoración recibida y el nivel salarial fluctúan juntos: el 87,5 por ciento de los que ganan más de 50.000 pesos por mes se siente afirmativamente valorado, tanto como el 62,1 por ciento de los que ganan entre 20.000 y 50.000 pesos.
Por último, se les preguntó a los encuestados por su percepción ante el rol de los sindicatos en la defensa de sus derechos y la representación gremial. El saldo arrojó un 56 por ciento que no se siente “defendido” y un 70 por ciento contestó que no se considera “representado” por el sindicato que le corresponde por su rama de actividad. Entre los segmentos que menos se incluyen bajo la categoría “representados”, figuran quienes tienen entre 30 y 44 años (79,6%), las mujeres (76,1%) y quienes tienen menos de un año de antigüedad en el puesto de trabajo (80,5%), a los que es probable que la voz de los delegados no haya llegado.
El sondeo se realizó por vía telefónica mediante el sistema Interactive Voice Response (IVR), entre el 18 y el 24 de marzo de 2017. La muestra inicial fue de 4611 casos y se aplicaron dos filtros: el primero se empleó para determinar si la unidad de análisis poseía ingresos por algún trabajo realizado, resultando en esta instancia 2240 casos y dejando de lado personas no activas como jubilados, estudiantes y amas de casa; en tanto el segundo buscó determinar la categoría laboral del caso, identificando 1007 casos en condiciones de ser encuestados, todos ellos trabajadores con algún tipo de vínculo laboral con empresas o entidades estatales y excluyendo de la encuesta a cuentapropistas, sean profesionales o tengan oficios independientes y comerciantes o dueños de pequeñas empresas.