A inicios de 2025, un destacado líder del kirchnerismo expresó una tendencia compartida dentro de Unión por la Patria (UP): “Este año deben participar los nombres más reconocidos. Las figuras emblemáticas del peronismo. Es necesario echar toda la carne al asador”.
La definición está relacionada con la necesidad de alinear a “los mejores jugadores en la cancha”, según lo expresó el propio dirigente. Este cambio también tiene que ver con la modificación del sistema electoral, que transitará de la boleta sábana a la boleta única de papel. En este nuevo formato, todos los candidatos aparecerán en una sola hoja, y el reconocimiento de los rostros conocidos tendrá un peso específico mayor al de los demás.
Este año es posible que aparezcan en el tablero electoral nombres propios de larga trayectoria en la política nacional. La mayoría de ellos con una buena imagen en sus provincias y con capacidad de movilizar votos en el territorio. Siempre en el ámbito cerrado de los lugares adonde pertenecen. En definitiva, la elección de este año es distrital.
En la nómina de jugadores de peso aparecen varios ex gobernadores. Muchos de ellos con claras posibilidades de encabezar la boleta del peronismo en sus provincias o, eventualmente, de frentes locales que aglutinen al PJ y varios espacios políticos que son satélites del histórico partido. Nombres y apellidos de larga data, que tienen credenciales para ser competitivos.
En esa lista están Juan Manuel Urtubey (Salta), Jorge “Coqui” Capitanich (Chaco), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Juan Schiaretti (Córdoba), José Luis Gioja (San Juan) y Alberto Rodríguez Saá (San Luis). A esos nombres se podrían incluir otros como Juan Manzur (Tucumán) y el actual gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora. Dos casos diferentes al resto.
Urtubey está armando un frente político en Salta con el objetivo de plantear una alternativa peronista a la lista que ponga La Libertad Avanza (LLA). Es un armado diferente al que conduce el gobernador Gustavo Sáenz, con quien lo une una estrecha relación. Pese a ser dos construcciones en paralelo, hay dirigentes que podrían ser parte de los dos proyectos.
El exgobernador está trabajando en el armado de un frente que puede incluir al kirchnerismo. Entiende que hay que dejar de mirar por el espejo retrovisor y discutir, bajo el mismo techo, cómo armar una opción que compita con el oficialismo nacional. Sobre todo teniendo en cuenta que las encuestas anticipan una gran performance del gobierno de Javier Milei en la mayor parte del país.
El mayor inconveniente que puede tener ese armado salteño es que no haya PASO nacional. Eso obligaría a todos los sectores a sentarse en una mesa y negociar un acuerdo integral de nombres y lugares. En Salta se eligen senadores y diputados. Si hay un lugar que puede ocupar Urtubey es la primera candidatura a senador. No le sacará el cuerpo a una enventual candidatura aunque no tiene una definición tomada sobre su futuro. Asume que es el conjunto por sobre la persona.
La eventual ausencia de elecciones primarias – el Gobierno intentará suspenderlas o eliminarlas entre febrero y marzo – también es un problema que deben afrontar en Entre Ríos, donde el exgobenador Gustavo Bordet, que actualmente ocupa una banca como diputado nacional, podría ser la principal cara de la lista de senadores peronista.
Bordet, de perfil bajo pero bien posicionado en el peronismo entrerriano, se vio perjudicado, por daños colaterales, luego de la detención del senador Edgardo Kueider, quien supo ser su mano derecha en la gestión, jefe de su última campaña electoral y secretario general de la gobernación. Si bien estaban distanciados desde el final del mandato de Alberto Fernández, el escándalo político lo afectó por su relación del pasado.
El ex mandatario es parte de un esquema político que componen intendentes, concejales, diputados provinciales y dirigentes territoriales. En ese espacio sobresalen los jefes comunales Rosario Romero (Paraná) y José Lauritto (Concepción del Uruguay), dos de las ciudades más influyentes, en términos electorales, que tiene la provincia. En esas filas también está el extitular de la Aduana Guillermo Michel, de estrecho vínculo con Sergio Massa.
En un esquema paralelo, pero con lazos que los unen al PJ, están los representantes de La Cámpora: el diputado Tomás Ledesma y la senadora Stefania Cora, que reemplazará este año a Kueider, que fue expulsado de la Cámara alta se destacan dentro de la filial entrerriana de la organización. El kirchnerismo duro quiere ser parte de la mesa de negociación o, eventualmente, de la discusión interna. Tiene un problema central: el electorado es refractario de las propuestas K.
Un nombre con mucho peso histórico que aparece en el mapa electoral es el de Jorge “Coqui” Capitanich. El chaqueño perdió la gobernación en manos del radical Leandro Zdero, en medio de la conmoción generada por el femicidio de Cecilia Strzyzowski, que llevó a la cárcel al dirigente social Emerenciano Sena, su mujer y su hijo.
En San Juan las dos cabezas del peronismo están caminando hacia un mismo destino, que es forjar una alianza electoral que tenga al PJ como eje matriz y sin fisuras. Ese es el trabajo que llevan adelante los ex gobernadores José Luis Gioja y Sergio Uñac.
El “Flaco”, que estuvo al frente del gobierno provincial en tres oportunidades, está caminando el territorio desde diciembre del 2023, cuando venció su mandato como diputado nacional. En las tierras sanjuaninas hay quienes dicen que quiere volver a la gobernación. Pero falta demasiado tiempo. En lo inmediato podría competir por un lugar en la Cámara baja.
Uñac, que tiene mandato como senador hasta el 2029, promociona a Cristian Andino, excandidato a vicegobernador y exintendente de San Martín. La intención es lograr un acuerdo de nombres para el armado de la lista. Aunque ya no se quieren como se quisieron, Uñac y Gioja saben muy bien que para ser competitivos en los comicios generales, deben contribuir a endurecer las bases del peronismo provincial.
Por fuera de Unión por la Patria (UP), pero en la trinchera justicialista, el exgobernador de San Luis Alberto Rodríguez Saá pica en punta para encabezar la lista de diputados nacionales. El peronismo puntano está tratando de ordenarse después de la derrota histórica que sufrieron fente a Claudio Poggi, y que terminó con los extensos años de poder de los hermanos Saá.
El exmandatario es uno de los exponentes del peronismo del interior que más ha criticado al kirchnerismo. En el último congreso del PJ Nacional cuestionó el formato en la toma de decisiones. Fue un mensaje crudo para La Cámpora. En la disputa de poder entre Ricardo Quintela y Cristina Kirchner por la conducción del partido, apoyó la lista del gobernador riojano. Tiene en claro en que vereda del peronismo quiere estar parado.
El exgobernador de Tucumán Juan Manzur podría ser la sorpresa de la lista de diputados de Unión por la Patria (UP). Tiene mandato en el Senado hasta el 2027 pero la confrontación que protagoniza con Osvaldo Jaldo, lo podría llevar a encabezar una lista que compita con la que ponga el actual mandatario en la cancha, que fue un aliado táctico de Milei durante todo el año pasado.
Gerardo Zamora abandonará la gobernación de Santiago del Estero este año. En la provincia hablan de la posibilidad de que su esposa, Claudia Ledesma Abdala, compita nuevamente por la gobernación. Si eso ocurre, es muy posible que Zamora encabece la lista santiagueña para la Cámara alta. Una rotación en la cúspide de poder santiagueña.
El gobernador tiene altos niveles de aprobación en su provincia y en las últimas elecciones ha logrado resultados holgados. Ledesma Abdala fue la presidenta provisional del Senado durante el gobierno del Frente de Todos (FdT). Tiene una buena relación con CFK, al igual que Zamora, que a fin del año pasado la recibió en la provincia y se mostró cerca de la expresidenta. De origen radical, el mandatario es un equilibrista nato dentro del esquema de Unión por la Patria (UP).
En el último año desde Córdoba salieron versiones extremas sobre el futuro del exgobernador Juan Schiaretti. Una de ellas es que podía ser candidato a senador nacional por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Un cordobés, con tonada cordobesa, hacienco campaña en territorio porteño. Raro. La versión se diluyó tan rápido como se generó.
El “Gringo” tiene una imagen positiva alta, que mejoró después de los debates presidenciales del año pasado, cuando hizo hincapié en mostrar a Córdoba como la mejor provincia de la Argentina. Esa percepción de la ciudadanía, más el buen recuerdo de la gestión, le dan suficiente poder para seguir formando parte de la mesa chica del peronismo cordobés.
En el schiarettismo cuentan que el exmandatario no ha definido su futuro. “Nunca dijo que quería ser candidato”, indicaron. El actual gobernador, Martín Llaryora, aspira a que Schiaretti compita como primer candidato a diputado nacional por la lista de Hacemos por Córdoba. Hay una puja de intereses y una necesidad clara de constituir un liderazgo fuerte sin padrinazgo.
En el seno del peronismo de Córdoba existe una disputa de poder lógica y natural que los tiene a los dos como protagonistas. Desde ambos sectores se encargan de bajarle el precio para evitar conflictos. Entienden que lo que se tenga que ordenar, tiene que ser puertas adentro. En paralelo, los dos trabajan en un armado nacional, en el que Schiaretti está involucrado como armador político.