“No me imagino un balotaje sin Sergio (Massa)”, dijo su esposa, Malena Galmarini, a tan sólo cuatro días de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, primer test que deberá afrontar el massismo para saber dónde está parado de cara a las elecciones generales de octubre.
La gran mayoría de las encuestas, en tanto, ubican al ex intendente de Tigre en un lejano tercer puesto, consecuencia de la polarización entre el candidato oficialista, Daniel Scioli, y el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri.
En consecuencia, al ser consultada por La Nación sobre qué haría en caso de que su marido quede afuera de una hipotética segunda vuelta, Galmarini respondió: “No sé a quién de los dos votaría. A lo mejor anularía el voto. Creo que ninguno de los dos le serviría a la Argentina”.
De todos modos, consciente de la realidad de Massa, la candidata a concejal por el partido de Tigre admitió que “se cometieron algunos errores forzados que alejaron a Massa de la gente y que eso provocó la caída en las encuestas”.
