En la reunión con militantes de su confianza que tuvo lugar hace pocos días en San Isidro, el ministro de Seguridad de la Capital Federal, Guillermo Montenegro, exhortó a “trabajar y participar” para ganar la municipalidad.
Es que según le comentó a uno de sus operadores, y pudo saber Noticias Urbanas, Montenegro está exultante desde que oyó de boca del propio Posse que no concurrirá en las próximas PASO para lograr un nuevo mandato al frente de San Isidro, terruño que la dinastía possista gobierna desde 1983 (primero con Melchor y luego a través de su hijo Gustavo).
En el encuentro del Pro sanisidrense hubo casi medio centenar de personas y contó con la presencia del funcionario porteño y referente de la juventud macrista, Pedro “Piter” Robledo, quien ingresó al Pro de la mano de Montenegro (los une un vínculo de amistad familiar).
Robledo, precandidato a diputado bonaerense en 2015 por la Primera Sección bonaerense, incorporó a la tropa de Montenegro al jugador del San Isidro Club (SIC), Agustín Rosenblatt, quien podría ser candidato a concejal local.
Los que conocen ese peculiar distrito saben que el rugby en general y el SIC en especial son traccionadores de votos, y Rosenblatt sería una de las caras nuevas que Montenegro quiere exhibir en su campaña.
Sin embargo, Posse dará un paso a costado en lo personal pero difícilmente su partido, Acción Ciudadana, ceda espacios de poder. Todo está por verse, dado que AC podría confluir electoralmente con el Frente Renovador, dominado por los acérrimos adversarios a la dinastía Posse: los Galmarini-Durrieu, familia política de Sergio Massa. Caso contrario, Posse debería escoger un sucesor propio.
Mientras tanto, Montenegro alista su ejército y busca ser el macrista que consigue el tercer territorio para el Pro (después de la Capital y Vicente López), pero el primero en hacerlo sin el apellido Macri. Contará, seguramente, con la inestimable ayuda de su madrina política, la senadora Gabriela Michetti.