Cuando se habla del último golpe militar que sufrió la Argentina, parecen ser siempre los mismos los que salen a hablar. El problema es el eterno “aclarar”, que no hace más que oscurecer y demostrar la verdadera ideología Cambiemos respecto de los derechos humanos.
Hace unas semanas, el jefe de la Aduana, Juan José Gómez Centurión, dijo que la última dictadura “no fue un plan sistemático genocida” y que “no fueron 30 mil sino 8 mil” los desaparecidos. Políticos de casi todo el arco político salieron a criticar al funcionario, e incluso Estela de Carloto pidió su renuncia inmediata.
Para Lopérfido, tampoco fueron 30 mil, como declaró hace ya un tiempo. “Fue un número que se arregló debajo de la mesa”, expresó en ese entonces. Pero ahora le pareció importante salir a defender a su ex compañero de Gobierno, aunque sus opiniones le hayan valido su cargo en el Teatro Colón y, el año pasado, su lugar como ministro de Cultura.
“(Sobre los dichos de Gómez Centurión) no comparto una cosa. En una sociedad republicana lo que vale es lo que dice la Justicia, si la Justicia dice que fue un plan sistemático, fue un plan sistemático”, dijo.
Y luego añadió: “Lo que si revindico es el derecho a opinar. Yo respeto a todo el mundo, pero el fanático no razona, no quiere escuchar, es un religioso ortodoxo”, dijo el ex funcionario en América TV, en referencia a quienes condenaron sus dichos.