Ante el inicio de un nuevo período legislativo en el Congreso, la oposición busca marcarle la cancha al gobierno de Mauricio Macri. “El Presidente debería hablar de los problemas de la gente”, alza la voz el diputado nacional Leonardo Grosso, en diálogo con Noticias Urbanas, horas antes de que Macri dé su discurso frente al Congreso de la Nación para el inicio de las sesiones ordinarias.
Apunta a la “desocupación, el tarifazo y el endeudamiento” como los principales problemas de la actualidad, y grafica: “La gente no sabe cómo hacer para que su sueldo le alcance hasta fin de mes”.
Alejado del bloque del Frente para la Victoria-PJ tras la derrota en las últimas elecciones, el legislador y miembro del Movimiento Evita asegura que el peronismo “debe unirse” para ganarle al oficialismo en los próximos comicios.
Apoya la movilización del 7 de marzo de la CGT y participó en la última reunión en la histórica quinta de San Vicente. Pero ante la pregunta sobre quiénes deberían ser los candidatos en la boleta del PJ, prefiere jugar al misterio. “Es un error que el peronismo discuta candidaturas ahora”, señala.
–La agenda de ustedes parece diferenciarse mucho de la del oficialismo. ¿Se endurecerá la oposición este año?
–El rol de la oposición es expresar los intereses que deja afuera la alianza de gobierno de cada momento. Cuando en la oposición logramos la unidad política, logramos poner en el Congreso la agenda del pueblo argentino que más está siendo castigado. Los diputados de la oposición tenemos que juntarnos para desactivar las medidas que generan desocupación, despidos masivos y pobreza.
–En la previa al inicio de las sesiones, Nicolás Massot les pidió públicamente “comportarse” y no poner carteles contra el Presidente.
–Un cartelito no es ninguna falta de respeto a nadie, sino la forma de expresarse que tienen los diputados cuando el Presidente es el que habla. Es propio del juego democrático para poner en la mesa lo que realmente se tiene que discutir. Ellos inauguraron esa actitud cuando el Pro era oposición y Cristina Kirchner era la que daba los discursos. Entonces, que terminen con esa doble vara berreta.
–¿Qué evaluación hace de la gestión de Macri hasta ahora?
–Yo tengo una mirada muy negativa acerca de lo que hizo y lo que sigue haciendo. El gobierno de Macri no es un gobierno del ajuste, sino que es un gobierno de la transferencia, porque acá los únicos que reducen su participación en la economía son los sectores populares y los que la aumentan son los sectores concentrados.
–¿Hubo más medidas para favorecer al mercado que a las clases populares?
–Claramente. Acá se quitaron retenciones para los exportadores y se aplicó un tarifazo para las clases populares. La expresión más clara es el escándalo del Correo Argentino: enseguida y por un decreto le condonaron la deuda a una empresa que tiene algo más que una espalda para pagar esa deuda. Y encima al día siguiente les quitaron unos mangos a los jubilados.
–El Gobierno se retractó de esa medida contra los jubilados.
–Sí, pero el gesto del Estado fue reducir las jubilaciones, atacar a un sector muy desprotegido. Fue la foto de un gobierno que, como dice Beatriz Sarlo, no se equivoca, sino que lleva adelante políticas de derecha que garantizan la concentración de la riqueza. Y la gente tiene que saber esto. Cuando la derecha gobierna, toma decisiones como estas, deja que el mercado regule la economía y achica los recursos para los sectores populares.
–Entonces no creyó en el pedido de perdón de Macri.
–Macri pidiendo perdón es una buena estrategia de marketing.
–Este año estará marcado por las elecciones legislativas. ¿El peronismo irá unido a las elecciones?
–La unidad política que tiene que construir el peronismo tiene que ver con expresar los intereses populares nuevamente. Después de la crisis que tuvimos y de perder una elección como la que perdimos contra Macri necesitamos reencontrarnos con los sectores populares y los problemas de la gente. Aún tenemos que construir para tener alternativa política.
–Se habla de que Florencio Randazzo y Julián Domínguez podrían encabezar una boleta.
–Todavía lo estamos discutiendo. Poner los nombres ahora sería poner el carro delante del caballo. Primero hay que discutir sobre las políticas en las que estamos de acuerdo y luego llevar esas políticas a la práctica.
–¿Cristina Kirchner también podría ser candidata?
–Es un error que el peronismo discuta candidaturas ahora. Ahora es momento para discutir los problemas de la gente. A la gente le importa que la representemos por sus problemas.
–El viernes pasado, el PJ se reunió en la quinta de San Vicente. ¿Con qué sensación se fue del encuentro?
–Con la sensación de que el 7 de marzo la marcha de la CGT va a ser muy contundente.
–¿No se discutió sobre las elecciones?
–Fue una reunión de distintos sectores convocando a la marcha de la CGT. Cuando el peronismo sale a la calle me pongo contento porque es donde hay que estar, defendiendo a los trabajadores.
–Con un panorama tan crítico como el que planteó sobre Macri, ¿se demoró la CGT en convocar a la marcha contra el Gobierno?
–No. La CGT estuvo movilizada todo el año pasado. Cada gremio define su momento. La marcha del 7 de marzo es oportuna. También es un plan de lucha integral porque el 6 vamos a acompañar a los docentes que marchan al Palacio Pizzurno y el 8 está el paro de las mujeres. Además, el 13 haremos una asamblea con todos los movimientos sociales por un nuevo aniversario de la elección del papa Francisco. Va a ser todo un mes en la calle.
–El Papa es un referente para ustedes en el triunvirato piquetero que forman la CTEP, Barrios de Pie y la CCC. ¿Esa alianza podría tener algún correlato electoral este año?
–Puede que sí como puede que no. No es algo de lo que estemos discutiendo en este momento. Ahora estamos trabajando en la implementación de la Ley de Emergencia Social.
–Hubo críticas al Gobierno porque la reglamentación se demora. ¿En qué estado está?
–La ley la conseguimos luchando en la calle, por lo que no esperamos que ningún funcionario nos dé alguna respuesta si no reclamamos. La implementación de la ley está en proceso. Hubo incumplimientos con algunos programas sociales y organizaciones, pero cada vez que el Gobierno incumpla un compromiso o no avance en un derecho que conseguimos con la ley, nos van a encontrar en la calle.