Los escribanos nucleados en el Colegio de Escribanos de la Ciudad le enviaron una carta al jefe de Gobierno, Mauricio Macri, por la determinación de incrementar el impuesto al sello donde señalan que esta medida “agravará la crisis en las operaciones de compraventa de inmuebles”.
Con la aprobación de la ley que establece el traspaso de los subtes a la órbita de la Ciudad, que incluye el incremento como uno de los mecanismos de financiamiento, sostienen que para el 2013 los valores aumentarán un 44%. Por ello solicitan su veto.
“A muy poco de sancionada la ley tributaria para el año 2013, lo que se supone que fue consecuencia de un pormenorizado estudio de las autoridades, se modifica el texto de la misma para atender una necesidad fiscal totalmente ajena al hecho que se grava”, afirma el texto.
En este sentido, el presidente del Colegio Carlos D´Alessio explicó: “la norma que cuestionamos establece que, en materia de transferencia de inmuebles, la alícuota del 2,50% pasaría a ser del 3,60%, lo que representaría un sensible incremento, del orden del 44%. Como no escapará del criterio del señor Jefe de Gobierno, este desmedido crecimiento tributario ejercerá un efecto nefasto en las operaciones de compraventa de inmuebles y, particularmente, en el ámbito de la construcción”.
En la exposición enviada al gobierno porteño se señaló que en el origen del proyecto se iba a financiar este sistema de transporte mediante un gravamen a los combustibles como modo de desalentar la utilización de vehículos particulares y, a la vez, mejorar el transporte público. Sin embargo durante el debate legislativo, con la finalidad de superar observaciones de algunos legisladores, se varía la propuesta tributaria y se decide cargar el financiamiento del servicio de transporte subterráneo a actividades que nada tienen que ver con el mismo. Esto es a todas luces irracional”.
En esa exposición, el Colegio le subrayó al ingeniero Macri que esta nueva norma “dificultará, aún más, la continuidad de las empresas dedicadas a la construcción y las operaciones inmobiliarias; afectará negativamente la labor profesional de los escribanos; e influirá de manera inversa en la recaudación, pues tenderá a generar una disminución de las operaciones”.