El secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Nación, Claudio Avruj, se mostró esperanzado con que la detención de dos personas sospechadas de ser los autores de las amenazas de bomba ocurridas en la ex ESMA, “le pongan un cierre definitivo a esta situación que tuvo a mal traer durante meses, tanto a los trabajadores como a los visitantes del Espacio de la Memoria”.
“Las investigaciones van a ir dando un poco más de luz sobre este asunto”, señaló el Secretario, y confirmó que uno de los detenidos “es trabajador del área de logística del Ente Público Espacio Memoria”, el organismo encargado de administrar el predio que funciona en la ex ESMA.
“Las amenazas no son contra un gobierno o contra un funcionario. Son un daño a los empleados del lugar, y a los cientos de chicos que visitan a diario el museo Malvinas o el Sitio de Memoria ESMA, y que cada vez que había una amenaza de bomba tenían que ser evacuados inmediatamente”, agregó.
“Esta situación nos hace repensar de cara al futuro las medidas que habrá que tomar para poder garantizar la seguridad en el predio, un gran espacio público consagrado a los Derechos Humanos, que debe ser visitado por todos los argentinos, pero con la posibilidad de poder hacerlo con la armonía y tranquilidad necesarias de acuerdo a la importancia y sensibilidad propia del lugar”, opinó Avruj.
Las detenciones se produjeron luego de un trabajo de entrecruzamiento de llamadas e intervenciones telefónicas que encabezó el fiscal Franco Picardi, con un equipo especial de trabajo que se conformó para esta causa, y que contó con la colaboración del Departamento de Inteligencia y Crimen Organizado de la Policía Federal.
Otro dato relevante fue que las llamadas se realizaban cerca de la ex ESMA porque impactaban en la antena de telefonía que corresponde a esa zona. De allí que la primera hipótesis fue que el autor de las amenazas podía ser un empleado del lugar.