¿Considera que el modo en que se anunció la renuncia de Martín Guzmán fue adecuado?
Primero que nada, lo que tengo que hacer como hombre del oficialismo es una autocrítica. La renuncia intempestiva de Guzmán trajo aparejada la incertidumbre en la sociedad. Esto generó toda esta cuestión un tanto convulsionante en el tema de los comercios y los mercados. Lo que sí creo es que a partir del lunes, día en el que habló Batakis, medio que se empieza a ordenar de vuelta la situación. Pero no dejo de pedir disculpas porque efectivamente, entre las desavenencias en el FdT y la renuncia intempestiva de Guzmán, generamos este estado de incertidumbre no merecido por la sociedad.
El lunes por la mañana, usted afirmó que hay unidad en el oficialismo. Sin embargo, muchos explican la renuncia de Guzmán por la falta de ella. ¿Qué quiso decir?
Había diferencias que tenían que ver mucho con la política económica. A partir del domingo, se dieron dos cambios que me parecen muy bien. Por un lado, ese día por la noche, el Presidente y la Vicepresidenta mantuvieron una conversación telefónica sin intermediarios. Por otro lado, las conversaciones privadas que mantuvieron desde entonces han decidido mantenerlas en reserva. Eso también es importante y positivo, a mi entender. Y Batakis, de quien tengo el mejor de los conceptos, es producto de ese diálogo. Los que somos frentetodistas las veinticuatro horas del día y que creemos en que en la unidad está la fortaleza, sin lugar a dudas, pienso que estamos en un momento importante de refundación del FdT.
¿Cree que esta nueva unidad se vio reflejada en la conferencia de prensa de la nueva Ministra?
El día lunes, cuando habló por primera vez en la conferencia de prensa en una muy buena decisión de economía política, estuvo acompañada por todo el FdT. Desde Julián Domínguez, Daniel Scioli, Mercedes Marcó del Pont, hasta el Presidente del Banco Central, Miguel Pesce. Me parece muy importante. No es que habla ella sola, como estaba acostumbrado a hacer el ministro anterior. Después, que hayan salido a dar reportajes los mismos que la acompañaron en la conferencia, también me parece muy importante. Hay equipo.
Usted sostiene que con Batakis, la situación va a ser distinta. ¿Cuál es la diferencia fundamental entre Guzmán y la actual ministra?
No, no. Yo no digo que va a haber una diferencia. Yo quiero ser honesto. Prefiero dar por concluido el tema Guzmán. Yo no quiero hablar sobre alguien que ya no está. No me gusta hacer leña del árbol caído. Sí observo que Silvina Batakis ha decidido presentarse en la sociedad con todo el equipo de la economía y los ministros que se dedican a la acción productiva de la Argentina. Y me parece que es una buena señal.
¿Y cómo ve el panorama económico en lo que resta del mandato de Fernández?
Yo no soy economista. Yo soy analista. Lo que sí te puedo decir es que las medidas que anunció Batakis son una fotografía. No es una película. Son una fotografía para resolver el problema de aquí y de ahora. La salida intempestiva de Guzmán y la crisis del FdT generó un estado de incertidumbre en la sociedad, que llevó a Batakis a instrumentar las políticas que instrumentó. De acá en adelante, seguramente y haciendo honor a lo que siempre fue ella, no van a ser ortodoxas. Ella no es ortodoxa. Las decisiones que va a tomar son instrumentales y me parece bien.
Como miembro del oficialismo, ¿cree que es necesaria una transformación del FdT para poder ganar en el 2023?
Te lo voy a hacer más preciso. Yo creo que de acá al mes de marzo, el FdT tiene que gestionar, gestionar y gestionar. Resolver el tema de la inflación. Resolver el tema de los salarios y la capacidad adquisitiva. Recién después de esa fecha, plantear candidaturas que cerrarían en junio. De acá a marzo, no debe haber mezquindad electoral. Por lo menos, de parte de quienes estamos gobernando.
En este camino, ¿espera que tanto Alberto, como Cristina reduzcan el tono combativo que hay entre ellos?
Yo aspiro que, en la medida en que dialoguen entre ellos, no va a ser necesario hablar en público lo que ellos hablen en privado.
Por último, en su labor como diputado, ¿qué aporte va a brindar a la ciudadanía?
Yo estoy abocado a la Comisión de Discapacidad. He presentado un par de proyectos. Uno de ellos tiene que ver con la renovación del certificado de discapacidad. Las personas con discapacidades permanentes no tienen por qué ir, cada cuatro años, a renovar su certificado. La familia sufre mucho. Después, planteo que el Estado pueda cubrir el tiempo de las personas con discapacidad cuando no están escolarizados. Esto es lo que yo denomino la socialización. Es decir, las vacaciones. Estoy concentrado en estos temas que me parecen muy importantes. Según el Censo, el doce por ciento de la población argentina tiene discapacidad. Si a eso le sumas a los papás, a las mamás y a la familia en general, estamos hablando de una población de dieciocho millones de personas. Por eso, me parece urgente que el Estado esté más presente en esos lugares. Mi idea es, de acá al fin de mi mandato, ser un tábano en esos temas.
Además, usted preside la Comisión de Relaciones Exteriores. ¿Cuál diría que es hoy la posición del gobierno en esta área de políticas públicas?
La política exterior argentina está, francamente, mucho más clara y explícita que otros temas. Además, uno no hace política exterior como querría en un escenario internacional, sino que hace la política exterior que le toca hacer en el momento que le toca gobernar. Cuando el Presidente fue elegido, el grupo más fuerte de la región era Lima. Nosotros nos fuimos del Grupo de Lima ni bien el Presidente asumió. Y hoy, ese grupo institucionalmente se hizo pelota. Se destrozó. Chile tuvo que renovar todo su sistema político y ahora, tenemos a un Boric gobernando. En Perú, se han devorado a cinco presidentes en cuatro años. En Ecuador, actualmente, el Presidente Lasso está en una convulsión social con la Comisión Nacional Indígena. Y en Colombia pasó algo parecido a lo que sucedió en Chile. Todo eso, que estaba armado por Donald Trump, se ha deshecho. Alberto, ni bien es candidato, visibiliza la detención injusta de Lula Da Silva. Después, se abraza a Evo Morales cuando intentaron hacerle un golpe. Y luego, logramos la recuperación democrática de Bolivia. Digo… Argentina tiene una política exterior clara. Concretada, sin lugar a dudas, en alianza con México.
¿Y qué posición tiene el gobierno con respecto al conflicto ruso-ucraniano?
Hoy, Alberto es Presidente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños. Para mí, el mejor discurso que dio Alberto Fernández ante la comunidad internacional, fue el que dio en la Cumbre de las Américas en la cara de Joe Biden. Al punto que el Presidente argentino fue invitado al G7. ¿Por qué? Por su visión en el tema internacional. En ese discurso, Fernández condena la invasión de Rusia en Ucrania. Pero también condena el hecho de que le hayan dicho a Ucrania que se anime y que se vaya a la OTAN. Nosotros somos de los que creen que la guerra se tiene que terminar lo antes posible. Y estamos trabajando con todo el sistema internacional para generar un cese al fuego en Ucrania. Y después hablaremos.