En el marco del Operativo Aprender, este martes 18 comienza la Evaluación Nacional Aprender 2016 a 1.400.000 estudiantes de 31 mil escuelas públicas y privadas, impulsado por el Ministerio de Educación y Deporte de la Nación.
Pero, si bien la Ley Nacional de Educación contempla operativos de evaluación que se vienen realizando hace años (aunque cada vez más esporádicos), este nuevo modelo despertó un fuerte repudio de los gremios docentes como UTE, Ademys, CEA, y centros de estudiantes.
De esta manera, los estudiantes se están organizando para entregar las hojas de los exámenes en blanco, tomar escuelas en forma de protesta, entre otras modalidades.
En tal sentido, el joven presidente del centro de estudiantes del Mariano Moreno y militante de la organización estudiantil Lobo Suelto explicó a este medio: “Estamos en contra de este operativo por ser una evaluación que nada tiene que ver con un proceso de aprendizaje, lo entendemos como un proceso que no tiene en cuenta el trabajo en clase, la participación individual, el crecimiento cotidiano, las dificultades de cada escuelas ni las condiciones sociológicas. No pueden evaluar a todo el país por igual”.
Cómo oponerse a este sistema es el tópico que aún desvela a los docentes y estudiantes, quienes pensaron en realizar “faltazos generales, entregar las hojas en blanco, responder las necesidades de cada escuela o bien romperlo y tirarlo a la basura”.
Por decantación, el estudiante respaldado por los gremios docentes, fue cuestionado por las consecuencias educacionales que conlleva invitar a los jóvenes a romper sus exámenes y tirarlos a la basura, en un gesto de repudio que excede la simple intención de negarse a responder.
En tanto, el ministro de Educación de la Nación, Esteban Bullrich, defendió la aplicación de este sistema y aseguró que “es una pena esta postura (la de los docentes y estudiantes), es como enojarse con una radiografía porque el hueso está quebrado”.
Asimismo, remarcó que algunos sectores docentes “quieren promover un prejuicio, con el miedo de que vamos a realizar rankings o que vamos a tomar datos, pero lo que queremos es tener información para tomar mejores decisiones”.
Y, en clara sintonía de la voz docente, el estudiante sumó: “Yo vi los exámenes. Las primeras preguntas son si tu familia cobra Asignación Universal por Hijo, si el docente te grita, si se considera que enseña bien. Y esas son cuestiones que no podemos permitir, que culpen a los docentes por el deterioro educativo que estamos sufriendo”.
Por su parte, Jorge Adaro, secretario general del gremio docente Ademys, esclareció el punto argumentativo de Sirica: “Los diseños curriculares para la educación plantean tener en cuenta un marco teórico donde se desarrollan las clases. Estos diseños piden respetar la trayectoria educativa que tiene cada alumno y sus progresos. Un docente para evaluar a sus alumnos toma en cuenta todas las realidades, individuales y del grupo; esta evaluación es estandarizada y no refleja una realidad”.
Pero, tras ser cuestionado el presidente del centro de estudiantes sobre si se siente un caballito de batalla de ideologías de los gremios de los educadores, su respuesta fue rotunda: “Yo no me siento caballito de batalla de nadie. Los estudiantes los vemos a los docentes sólo como los principales impulsores de esta lucha contra el Operativo Aprender, porque sabemos qué significa y no queremos que se cumpla”. Y agregó al respecto: “Creo que los gremios docentes están en una situación de vulnerabilidad en la que el Gobierno intenta echarles la culpa a ellos de los problemas de la educación”.
Para concluir su idea, Sirica apuntó a que el Gobierno “quieren con este examen mostrar una educación pública elitista en la que miden por igual a todos los colegios”. “Pero esto no lo vamos a permitir, se van a encontrar con un movimiento de estudiantes muy fuerte que va a rechazar ésta y tantas otras políticas impopulares que tienen ellos”, sentenció.