Fue el 8 de agosto del 2018, más allá de las 2 de la mañana, cuando la ex mandataria Cristina Fernández de Kirchner, anunció que el futuro Gobierno debería ser “nacional, popular, democráctico y feminista”. Es que no pudo hacer oídos sordos de las tres millones de personas que asistieron esa noche a las puertas del Congreso de la Nación reclamando por el aborto legal, seguro y gratuito. La agenda del feminismo, finalmente, después de 33 años de Encuentro Nacional de Mujeres, vivió su punto álgido.
Que el feminismo está politizado no es novedad. Busca cambiar el orden de las cosas, aunque sin referentes. El último verano del año, se vio incluso en las Asambleas previas al Paro Internacional de Mujeres, a militantes de ciencias androcéntricas como las radfem. En muchos pañuelazos ya había mucha confusión con las canciones históricas (aborto legal ¿en el hospital? o ¿en cualquier lugar o la clásica contra la Iglesia de ser putas/libres, travestis y lesbianas). De eso se trata la política, de debatir, discutir, proponer, construir.
Y en la semana donde la mujer más importante de nuestro país y reconocida a nivel mundial, Eva María Duarte de Perón, cumple 100 años desde su nacimiento, el feminismo no se iba a quedar atrás. Un colectivo formado por artistas y militantes feministas, peronistas y kirchneristas realizó el lunes una original marcha en el centro porteño, que se replicará en otras ciudades del interior, en la que un grupo de mujeres encarnaron a cinco Evitas –la actriz, la sindicalista, la montonera, la de gala y la de La Razón de mi Vida– bajo la consigna “Evita al macrismo”.
Desde el Obelisco partió la marcha de las “Cien Evitas” hacia el Ministerio de Desarrollo Social para “terminar con el macrismo y que Cristina vuelva a ser quien conduzca nuestra Nación”, según definieron en el “Comando Evita”.
Se cantó la versión feminista de la Marcha Peronista –Evita Capitana– y también Los Dinosaurios, de Charly García, frente al ministerio. Allí, además, reclamaron que el Gobierno de la Ciudad prenda las luces del Ministerio de Desarrollo Social, quien mantiene apagada la figura de Eva.
“No se trata de un homenaje sino de una invocación para cumplir una misión: transmitir fuerza y amor a la compañera y conductora Cristina Fernández de Kirchner”, destacaron en el Comando Evita.