La primera semana del Gobierno del libertario Javier Milei estuvo atravesada por mucha turbulencia política, pero no sólo por las medidas económicas anuncias por el ministro Luis Caputo, sino, también, por el impacto que tendrán en los sectores más vulnerables.
Asimismo, el Congreso de la Nación espera con gran expectativa el llamado a sesiones extraordinarias por parte del Ejecutivo para conocer – finalmente – cuáles serán los proyectos que está preparando el equipo del Presidente.
Entre las iniciativas que trascendieron se encuentra dar marcha atrás a la suba del piso del impuesto a las Ganancias, que sancionó el Poder Legislativo en octubre y que – incluso – el propio Milei había votado a favor del proyecto.
La medida, impulsada por el exministro de Economía de la nación, Sergio Massa, establecía que los trabajadores y jubilados que percibían más de $1.770.000 mensuales o el equivalente a 15 salarios mínimos, vitales y móviles (SMVM), quedarían eximidos de pagar el impuesto. Esto beneficiaba a 800 mil contribuyentes. Pero, cabe destacar que, con la suba del salario mínimo, hoy pagan Ganancias quienes cobran más de $1.980.000 de salario bruto.
A su vez, otro de los temas que tiene en agenda el Gobierno es la reforma electoral para eliminar las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). También, se adelantó que se intentará modificar la fórmula de movilidad jubilatoria. En este sentido, los aumentos a los jubilados pasarían a ser a través de decretos y no de manera trimestral como rige hasta ahora.
Milei, junto a los gobernadores
Se sabe que la composición actual del Congreso le dificultará al economista llegar al número necesario para aprobar los proyectos. Los bloques federales serán cruciales para observar cómo se comportarán los jefes provinciales, que ya comenzaron a ajustar, también, en sus distritos.
La tarea que tendrán tanto el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem, como la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien conduce el Senado junto al presidente Provisional Bartolomé Abdala, será clave para llegar a los consensos, aunque estará llena de dificultades.
Sin el Presupuesto 2024, el jefe de Estado deberá rediseñar la hoja de ruta en el plano económico y repensar las estrategias para destrabar los conflictos que trajeron aparejadas las primeras medidas de su gobierno.