Del otro lado de la grieta, dos sectores contrapuestos buscan sumar representación legislativa en estas elecciones: la izquierda y los liberales.
Con discursos que solo coinciden en su rechazo a las dos grandes coaliciones que protagonizan la política argentina, tanto el Frente de Izquierda y de Trabajadores (FIT) como los liberales apuestan a sumar de mínima dos bancas cada uno pero no descartan llegar a cuatro o hasta cinco.
Para los liberales la situación es novedosa, ya que hasta ahora no venían logrando tener representación en el Congreso. Y si las encuestas no se equivocan podrían estar cerca de armar una bancada de hasta cuatro diputados a partir de diciembre de 2021. Javier Milei, desde el territorio porteño, es el que mejor perfilado aparece. Con unos 7 puntos se estaría garantizando entrar al Congreso con su frente “La Libertad Avanza”.
Según el diario Perfil, la mayoría de los sondeos de opinión lo dan por encima de ese número, incluso con la posibilidad de superar las dos cifras. Mientras más cerca este del 15% más chances tendrá de que ingrese su segunda en la lista: Victoria Villarruel, abogada que preside una agrupación que nuclea a “las víctimas del terrorismo” y muy crítica de las organizaciones de Derechos Humanos.
Cerca de Milei prefieren bajar las expectativas; mejor sorprender que defraudar. Esperan que en las generales haya votantes de Ricardo López Murphy que lo voten a Milei en lugar de a María Eugenia Vidal.
Del otro lado de la General Paz, José Luis Espert, con su lista “Avanza Libertad”, busca sacarse la mufa de lo que fue un flojo desempeño electoral en su debut, en 2019, como candidato a presidente. Sacó 2 puntos en las PASO y cayó a 1,5% en las generales. A nivel provincia de Buenos Aires sus guarismos fueron similares. En esta oportunidad, algunas encuestas lo muestran mejor posicionado, a pesar de haber tenido un cierre de listas convulsionado al que llegó intentando un acuerdo para competir dentro de Juntos por el Cambio, pero le cerraron la puerta.
Para acceder a la banca primero tiene que superar el piso de 3% del padrón. Son poco menos de 400 mil votos (que suelen ser 5% de los votos afirmativos). Una vez pasado ese umbral se ingresa al reparto de las 35 bancas en juego en Provincia, a través del sistema D’Hondt. Suele darse que con esa cantidad de votos se pueden llegar a ganar dos bancas. Así, Espert podría entrar al Congreso acompañado de Carolina Píparo, que dejó Juntos por el Cambio luego de que no le dieran espacio para renovar su banca de diputada provincial. Un voto útil a favor de JxC en las generales podría complicarlos.
En la otra vereda, el FIT en Provincia tiene las mismas aspiraciones. Debe renovar las dos bancas que obtuvo en 2017 cuando la lista liderada por Nicolás Del Caño y Romina del Plá sacó el 5,3% de los votos. Según los datos publicados por el diario Perfil, la boleta presidencial en 2019, en Provincia, cayó al 2,7%, por lo que ahora esperan recuperar votos beneficiados por la merma que seguramente tendrá el Frente de Todos. En las legislativas al FIT le suele ir mejor que en las presidenciales. Del Caño y Del Plá volverán a ser las cabezas de lista del FIT aunque esta vez deberán primero competir en las PASO contra una lista del MST, que lideran Alejandro Bodart y Vilma Ripoll.
En la Ciudad, Myriam Bregman también primero deberá medirse en una PASO contra Cele Fierro, del MST. Y después, en noviembre, deberá romper con una sequía de 18 años de la izquierda en los que no consigue llevar un diputado al Congreso por la Ciudad. Fue Luis Zamora, en 2003, cuando sacó el 12%. En las últimas oportunidades, curiosamente, si el FIT y Zamora hubiesen ido juntos les alcanzaba para quedarse con un diputado. Este año volverán a estar enfrentados.
La prueba de fuego será en noviembre, con las elecciones generales.