La petrolera Exxon Mobil, mayor productora de petróleo de los Estados Unidos, reportó la primera pérdida anual en su historia en medio de un año de crisis para el gigante estadounidense en el que tuvo que recortar empleos y gastos, perdió su lugar en el Promedio Industrial Dow Jones y se vio afectada por una creciente batalla entre los accionistas.
El perjuicio fue grande: reportó una pérdida de USD 22.000 millones en 2020, según informaron medios internacionales, contra ganancias de más de USD 14.000 millones durante el año anterior. Según detalló el diario especializado Financial Times, realizó una amortización de activos durante el cuarto trimestre por USD 19.300 millones en América del Norte y en la Argentina.
Desde 2010, la empresa se encuentra operando en varios bloques en Vaca Muerta, en la provincia de Neuquén, junto a otros socios. En 2016, comenzó un proyecto piloto en el bloque Bajo del Choique-La Invernada.
Exxon está presente en la Argentina desde hace más de 100 años. En su larga historia, su principal negocio fue la venta de combustibles a través de su red de estaciones de servicio con la marca Esso, hasta que en 2012 vendió 450 bocas de expendio y su refinería a Pan American Energy Group (de la familia Bulgheroni y la china Cnooc) que cambió su nombre a Axion.
“La mayoría de las petroleras tuvieron que recurrir al impairment debido al desequilibrio en sus activos ante la caída de los ingresos por ventas producidos por la pandemia en 2020. Es un mecanismo de blanqueo de los balances en base a la realidad. YPF también tuvo que hacerlo. Exxon se quedó en la Argentina solo con las concesiones en Vaca Muerta donde hasta el año pasado había concluido exitosamente los desarrollos previos a la producción comercial a escala”, explicó Emilio Apud, consultor y ex secretario de Energía.
“El año pasado tuvo las condiciones de mercado más desafiantes que ExxonMobil haya experimentado”, dijo Darren Woods, director ejecutivo de Exxon a nivel global. Los ingresos cayeron a USD 182.000 millones, el nivel más bajo desde 2002. La compañía también registró su cuarto trimestre consecutivo en números rojos, con una pérdida de $20 mil millones en comparación con una ganancia de $5,7 mil millones en el mismo período en 2019.
A pesar del golpe financiero, Exxon mantuvo su dividendo trimestral de USD 0,87 por acción. Las acciones del grupo subieron más del 2% en las operaciones previas a la comercialización. “Las ganancias de Exxon, junto con las de su rival estadounidense Chevron y la británica BP en los últimos días, muestran el alcance del daño causado por la pandemia al sector petrolero. La pandemia provocó un colapso de la demanda y los precios. Exxon y Chevron incluso discutieron una posible fusión después de que los precios se desplomaran en marzo, según informes recientes”, detalló el artículo del Financial Times.
En este contexto, Exxon Mobil se comprometió a proteger sus dividendos, en medio de la presión de inversionistas, legisladores y activistas por el cambio climático, según informó la agencia Bloomberg.
“Exxon garantizó a los inversionistas su salud financiera en un mundo en el que el petróleo ronda los USD 50 por barril y prometió que si el crudo cae a USD 45 sacrificará el gasto en nombre de los dividendos. La mayor petrolera del mundo occidental hasta ahora no se ha visto en la necesidad de realizar el tipo de recortes de dividendos que han adoptado rivales como Shell y BP”, señaló la agencia.
Exxon enfrenta la peor crisis en su historia. Además de las crecientes críticas a su historial ambiental, el desempeño financiero se deterioró y la compañía no elevó los dividendos desde principios de 2019.