El mal olor de la colonia Pibes

El mal olor de la colonia Pibes

¿Cuándo se jodió el Perú?, es una pregunta que se hace varias veces Zavalita, el personaje de Conversación en La Catedral y nunca se lo responde. Buenos Aires también está jodida. Un día, un funcionario se propuso trabajar mal y el sucesor quiso trabajar peor, porque no era cuestión... Así, como una droga que pega mal, cada uno puso todo en la cancha para que ciertas cosas den asco


Esta iniciativa es para que las chicas y los chicos de toda la Ciudad puedan disfrutar de sus vacaciones de invierno, y si ellos se divierten nos harán inmensamente felices a todos”, dijo, hiperbólico como es su costumbre, Jorge Telerman, el 24 de julio, en el jardín de Infantes número 4, de calle Lacarra, en el barrio Ramón Carrillo, en Villa Soldati.

El entusiasmo duró poco y la bella melodía pop, conocida como “Colonias” y presentada por el Jefe de Gobierno, se convirtió en cuestión de horas en una batería a destiempo, una guitarra mal afinada, una voz al estilo patentado por Reinaldo Carlos Merlo. Al fin: una canción que nadie quería escuchar.

Los primeros en enterarse del desacople fueron los funcionarios del Ministerio de Educación de la Ciudad. Los correos electrónicos que llegaban de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad repiqueteaban, insistentes, desde el segundo día de Vacaciones de Invierno.

La defensora adjunta del Pueblo, Graciela Muñiz, había puesto un equipo de inspectores a controlar que la felicidad aventurada por Telerman tuviera las mismas dimensiones en el plano terrenal. Los inspectores se encontraron, ya en las primeras visitas, con que las diferencias eran sustanciales.
En la Avenida San Juan 2128, a las 12.15 del martes 25 de julio, había 22 chicos que habían ido a jugar y a comer.

Los inspectores anotaron que los profesores de la colonia no habían recibido material deportivo, y que el material didáctico entregado era, por lo menos, “escaso”. El botiquín, además, no estaba completo. Una hora antes, en la Escuela Especial número 20, en Chivilcoy 1820 los inspectores de la Defensoría se habían encontrado con una panorama idéntico.

Dos horas después, el informe sobre el Jardín Maternal, número 6, en Venezuela 3158, marcaba las mismas falencias. La historia se repetiría en varios establecimientos más a lo largo de ese primer día de inspecciones.

Al día siguiente la historia no mejoró. Los funcionaron se encontraron con nuevos problemas que pasarían a formar parte del elenco estable. Matafuegos que no estaban, matafuegos que estaban vencidos y no debían estar, matafuegos que estaban en lugares inaccesibles (justo ellos que tienen que estar a mano).

En el Polideportivo de Sarmiento 4041, según consta en la documentación, los inconvenientes eran todavía más. Mientras unos 100 chicos jugaban, los inspectores anotaron:
“Ni bien ingresamos al establecimiento nos encontramos con un gimnasio semi cubierto con cabriada y techo de chapa.

Las paredes presentan un pésimo estado: falta de pintura, múltiples roturas y exceso de humedad (…) Si al clima invernal le sumamos la elevada altura de los techos, el mal estado de las sillas, y la corriente de aire que se filtra por enormes aberturas, es fácil comprender que este espacio es, cuanto menos, inapropiado para el fin que se lo destina”.

Los problemas edilicios llegaron a puntos extremos en casos como el del Polideportivo Martín Fierro. Y, finalmente, las revisiones se encontraron con el último factor de riesgo: los transportes escolares, habituales protagonistas de polémicas. En muchas sedes los micros no tenían habilitación y sus choferes tampoco conocían que estaban obligados a llevar un botiquín a bordo.

El trabajo de la Defensoría continuó durante toda la primera, y la segunda semana de vacaciones. En el Ministerio de Educación, mientras tanto, cada 24 horas, recibían un manojo de alertas.

Las garantías

-La seguridad de los pibes está garantizada.
Dice Claudio Cincotta, el funcionario designado por el Ministerio de Educación porteño para “aclarar las cosas”. Cincotta es, además, el coordinador pedagógico del Programa Recreo Invierno 2006 (que así se llama la colonia en los anuncios oficiales, en los expedientes presupuestarios, en la folletería de ocasión).

-¿Pero está al tanto de los informes de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad?
-Estoy al tanto.

-Dicen que faltaron muchos botiquines…
-En general se usan los botiquines de la escuela hasta que llega el refuerzo que nosotros compramos. En algunos casos, que hubo problemas, los fuimos solucionando.
-Al parecer también faltó material didáctico…
-El material didáctico también se fue entregando. Al segundo o tercer día ya estuvo el material en todos lados.

-En la defensoría aseguran que, en muchos casos, los materiales recién fueron recibidos la segunda semana. ¿Cuál es la razón por la cual los materiales empiezan a entregarse cuando la colonia ya empezó, en lugar de hacerlo antes?
– El dispositivo que implementamos es éste: es repartir el material una vez iniciado el programa. Igual en algunas instituciones la cooperadora deja algún material…

-Y en algunas ocasiones los profesores terminaron comprando lo que faltaba…
-Es posible que muchos maestros y profesores tomen esa iniciativa. Es algo que rescatamos. Todos ponemos algo personal en este programa.

-La defensoría también alertó por matafuegos vencidos y faltantes…
-Nosotros el tema del control de los matafuegos no lo hacemos. Lo hace el área de mitigación de riesgos.

Todo en su contexto

El programa Recreo Invierno 2006, anunciado como una bella canción, es, en rigor, un despliegue importante del gobierno porteño que involucra a 10 mil chicos, 525 docentes, 500 auxiliares, 160 talleristas, 84 coordinadores, y más de 80 sedes (escuelas, polideportivos, jardines).

En un plan de esa dimensión la posibilidad de error, olvido, malasuerte, es mayor que en un simple evento, un acto fugaz. El problema, sin embargo, parece no ser el margen de error.

Graciela Muñiz lo explica: “Creo que en una cuidad con superávit, como ésta, que la colonia no tenga materiales deportivos, me parece insólito. Es una historia repetida. Yo asumí en diciembre de 2003. Esto pasó en las dos colonias del 2004, en las dos del 2005, y, ahora, en las dos del 2006. Por lo tanto, me parece que este no es un tema que le interese a la ciudad.

La colonia de vacaciones es un lugar de contención. Sabemos que los papás hoy trabajan todo el día… Y queremos que los papás se queden tranquilos que dejan a sus hijos en un lugar seguro”.

Para la defensora, el gobierno de la ciudad tiene suerte (Ver recuadro). Y el peligro no termina con la colonia de invierno. “Los riesgos son enormes”, repite. Como se dijo, las colonias se desarrollan en escuelas (las mismas que van a seguir funcionando), en jardines (los mismos que van a seguir funcionando), y en los polideportivos (que van a seguir funcionando, y que la defensoría recomienda clausurar).

En realidad, la historia de los Polideportivos es añeja. Viene de la gestión de Daniel Bravo (la primera advertencia; el abandono es bastante anterior). Según consta, el gobierno de la Ciudad recibió ya dos advertencias. Y hasta la legislatura se hizo eco: los diputados Inés Urdapilleta y Alberto Pérez firmaron hace 10 días un pedido de informes que se fundamenta en “el grado de abandono y alarmante falta de interés por parte del Ejecutivo de la Ciudad en el mantenimiento y cuidado de los distintos espacios deportivos y recreativos que la ciudad de Buenos Aires posee y administra.

En los informes que llegaron a manos de los legisladores se señala: cables pelados al alcance de la mano, humedades cercanas a artefactos eléctricos, cielo rasos con desprendimientos, baños sin agua caliente, baldosas y vidrios rotos, falta de luces de emergencia y matafuegos, y un largo, verdaderamente largo, etcétera. En este punto, el caso del Parque Sarmiento es paradigmático.

Sin embargo, el gobierno de la ciudad asegura que ya se está ocupando del tema. Al menos, eso advierte el subsecretario de Deportes (ver Recuadro) que dice que esta misma semana empezaron los trabajos de emergencia para los cuales se emplearán unos 300 millones de pesos. En la Defensoría esperan comprobar que no se trate de otro anuncio de preciosas melodías.

Claudio Andrili, Subsecretario de Deportes
“Los chicos no peligran”

-¿Están al tanto de los informes de la Defensoría del Pueblo que denuncian el mal estado de los Polideportivos?
-Yo tuve varias reuniones con la defensoría e incluso con los legisladores.

-En los informes se advierte sobre situaciones de real urgencia…
-Sí. Y tomamos medidas. Esta semana empezamos obras en 6 polideportivos. La semana que viene vamos a empezar en otros 4. Estos trabajos van a solucionar los problemas de electricidad, calefacción, pintura. Las obras se van a extender por 4 meses, y se van a gastar 3 millones de pesos. Van a estar listas cuando empiece la colonia de verano. Con eso creemos que queda solucionada la emergencia. Y estamos planteando reformas más estructurales para el años que viene.

-La defensoría denuncia que faltan matafuegos y botiquines de primeros auxilios, por ejemplo…
-Matafuegos hay pero hay que colocarlos en donde corresponde. Estamos iniciando la compra de los botiquines, se van a hacer los consultorios nuevos. Quiero decir: no tenemos a ningún chico en lugares donde hay peligro.

-El relevamiento recomienda, inclusive, el cierre de algunos lugares.
-Hubo lugares donde cerramos como el Polideportivo Martín Fierro. Clausuramos los lugares donde hay esos peligros. Los chicos no están ahí.
-¿Cuál es el estado de los polideportivos según la subsecretaría?
-Los polideportivos están mal, pero los chicos no están en peligro. No hay que ser avezado: vos vas al poliderpotivo y la verdad es que están mal. Tienen un atraso importante de mantenimiento y obras.

-¿Es un problema heredado?
-La verdad es que yo prefiero no hablar de un momento en el que no estuve en funciones. Lo que le puedo decir es que para diciembre estamos haciendo pliegos de mantenimiento. No vamos a hacer obras sin asegurarnos que van a recibir mantenimiento. Eso no lo vamos a hacer.

-¿Hay posibilidades de que haya privatizaciones en el sector?
-Privatizar, de ninguna manera. Lo que puede existir es un esquema de concesión. Puede ser. Yo creo que la relación del estado con el sector privado, puede funcionar, pero si el sector público controla bien al privado.

Graciela Muñíz, Defensora Adjunta del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires
“Hay estado de abandono y desidia”

-En estos días la Defensoría del Pueblo trabajó con inspecciones diarias a las colonias de vacaciones. ¿Cuáles fueron los resultados del trabajo?
-Relevamos las colonias de invierno que todavía están funcionando. Lo que encontramos fue falta de materiales: deportivos, de librería, de limpieza. Y también falta de botiquín de primeros auxilios. Me parece a mí que las colonias deben empezar con todos los materiales necesarios. Se está trabajando con niños y chicos. Nos encontramos con lugares sucios. Un profesor puede tener la mejor voluntad del mundo pero si va a proponerles una actividad deportiva a los chicos necesita una pelota. No hay dudas. También vimos profesores que ponían plata de sus bolsillos para comprar lo que faltaba. Y lo más probable es que ese profesor termine cobrando dentro de 5 meses, porque así es el sistema de contratos… Entonces, da mucha tristeza. Creo que en una cuidad con superávit, como ésta, que la colonia no tenga materiales deportivos, me parece insólito, y un estado de abandono.

-¿Con qué otros problemas se encontraron?
-En muchas colonias había matafuegos vencidos, o el lugar no era el apropiado para hacer este tipo de actividad. Los chicos pasaron frío en algunos lugares. Hay un polideportivo que depende del Ministerio de Educación, sobre la calle Sarmiento, ahí el frío se filtraba por todos lados y había un solo matafuegos que estaba detrás de un montón de sillas apiladas. No era un lugar preparado para esa actividad. Después también encontramos una situación crítica en el Polideportivo Dorrego, donde concurrieron chicos de Ciudad Oculta, de entre 13 y 18 años. La cancha de fútbol no estaba en condiciones. Las paredes estaban apuntaladas con listones de madera. No había gas. El lugar del comedor no era apropiado. La comida no llegaba, y los tenían que trasladar a escuelas para que los chicos pudieran comer. Los alambrados estaban salidos hacia fuera. Problemas en los techos de los baños….

-¿Se puede decir que es improvisación?
-En primer lugar, antes que nada, yo creo que tienen mucha suerte. En el polideportivo Dorrego hay un consultorio médico pero el médico no tiene botiquín de primeros auxilios. Creo que hay un estado de abandono y de desidia de parte del gobierno. De poder hacer una buena colonia, evitando accidentes, con chicos que se pueden divertir, con materiales, con juegos, con témpera, con dibujos, pasamos a depositar todo en la capacidad que tienen los profesores de imaginación.

-¿Se produjeron accidentes en estas condiciones?
-No pasó nada grave. Lo único fue en el Parque Chacabuco. La pileta está en el subsuelo. Se cortó la luz y no había luz de emergencia. Y en la escalera un chica se lastimó la pierna. Vivimos en una ciudad muy grande, con un presupuesto muy grande, y en el polideportivo no hay luces de emergencia. Insólito.

-¿Cómo se le fue informando al gobierno de las irregularidades?
-Le mandamos todos los informes al ministerio de Educación en el mismo día. En algunas colonias después de que llegó el llamado de atención les llegó el material. No ocurrió lo mismo en todas.

-¿Es la primera vez que pasa esto en las colonias?
-No, es una historia repetida. Yo asumí en diciembre de 2003. Esto pasó en las dos colonias del 2004, en las dos del 2005, y, ahora, en las dos del 2006. Por lo tanto, me parece que este no es un tema que le interese a la ciudad. La colonia de vacaciones es un lugar de contención. Sabemos que los papás hoy trabajan todo el día… Y queremos que los papás se queden tranquilos que dejan a sus hijos en un lugar seguro.

-La advertencia sobre la precariedad de los polideportivos, además, lleva mucho tiempo. ¿No es así?
-Se relevaron los dos grandes parques (el KDT y el Sarmiento) y los polideportivos. Y el estado es caótico. No se les ha hecho mantenimiento en mucho tiempo. Hay estados de abandono: desprendimiento de mampostería en techo, humedades sobre los aparatos de luz, cables al aire y al alcance de la mano. Además, esto no termina con la colonia. En los polideportivos se siguen haciendo actividades.

-¿Cuándo fue la primera vez que la Defensoría le advirtió sobre esta situación al Gobierno de la Ciudad?
-Fue durante la gestión anterior, la de Daniel Bravo, en el 2005. Al principo de este año se le volvió a informar, porque la situación era cada vez peor. Y apenas asumió la nueva gestión se volvió a advertirle a la subsecretaría de deportes sobre el peligro. Como no había resultados, fuimos a la legislatura, y eso generó un pedido de informes, y finalmente, una reunión con Raúl Fernández. Se acordó pedir una partida presupuestaria para ese fin. Pero eso lleva tiempo y hay urgencia.

-¿Deberían cerrarse los polideportivos hasta que no se arreglen?
-Algunas instalaciones deberían cerrarse. Pero el Martín Fierro por ejemplo debería ser cerrado casi en su totalidad.

-¿Cuáles son los riesgos?
-Los riesgos son enormes. No se ha tomado la verdadera dimensión de lo que debería ocurrir. Yo no quiero ser alarmista, ni decir que todo es un posible Cromañón. Pero sí creo que el gobierno no está escuchando las recomendaciones y los informes que le da la Defensoría.

En un lugar llamado Kosovo

El Parque Sarmiento tiene 25 años, 64 hectáreas y costó 25 millones de dólares. Es el mayor polideportivo público porteño. Y verlo hoy da verdadera pena.

A Carlos Alberto Rodríguez además de tristeza le multiplica la bronca. “Beto”, va y viene en una silla de ruedas desde que tiene memoria, y en esa misma silla empezó a trabajar en el parque en los años 80. Y a entrenar: Rodríguez ganó la maratón de San Silvestre nueve veces, corrió más de 50 carreras internacionales, y ganó, entre muchos otros, los premios Konex y Clarín. Hoy Beto sigue trabajando en el Parque. Y cuenta:

“En la década del 80, a la colonia de discapacitados del parque venían en invierno 800 chicos, ahora sólo 80. No hay estructura. No sólo están rotos los lugares cerrados –al sector de las piletas olímpicas y al gimnasio de hecho le decimos Kosovo-.
La colonia se hace en un quincho adaptado, con techo de chapa, con paredes de plástico. Y no es culpa de los profesores que tienen excelente voluntad, hay que tener mucha voluntad para trabajar en estas condiciones. Falta conducción, alguien que se preocupe por el parque”.
Desde el gobierno de la Ciudad admiten que el estado del parque es malo pero que solucionar el problema no es sencillo.

“El tema de Parque Sarmiento es mucho más estructural. Yo creo en las políticas de estado que trasciendan la gestión y es lo que vamos a implementar. Ahí vamos a ver con todas las fuerzas que proyecto de parque definimos. El Parque Sarmiento tiene que ser la nave insignia de la ciudad. Como hoy lo está haciendo el Parque Roca”, explica el subsecretario de Deportes Claudio Andrili.

Por lo pronto, el Sarmiento no entró en las refacciones de emergencia para las que el gobierno de la Ciudad dispuso tres millones de pesos, y que fueron anunciadas en las últimas horas.

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