Sandra, ¿cómo surgió la posibilidad de realizar un libro sobre Milagro Sala?
?El libro fue una idea que surgió cuando vino Milagro a la asamblea de Carta Abierta, después del ataque de Gerardo Morales. En la asamblea, hubo gente que pensó que la historia de ella y de los Tupac daba para un libro. Me llamaron para ver si lo quería escribir pero dije que no porque estaba, igual que ahora, con radio y televisión. Era demasiado trabajo. Después me llamó el marido de Milagro, Raúl, un poco como diciéndome que a ellos les interesaba mi mirada. Ahí dije que sí. Había que escribirlo muy rápido. Milagro no hablaba con el grabador. Hubo que adaptarse a esto, pero salió. A Milagro no la pude abordar de la manera en que estaba acostumbrada a hacerlo. Tenés que cambiar el eje, ver de qué manera lo hacés. Son otros tiempos. Además, tuve que suspender las pocas vacaciones que tenía, cortar en el medio, pero valió la pena.
?Acá ese fenómeno no se ve ni se conoce mucho.
?La Tupac en Jujuy es un fenómeno que si uno no lo ve, no lo puede imaginar. No hay nada parecido. Por eso es tan fuerte lo que ella genera. Es algo concreto. Ella, las cosas en las que cree y el modo de trabajo que propone y que ya está en práctica. La verdad es que es muy fuerte. Si ves una marcha de la Tupac, la disciplina se ve hasta en el ordenamiento de las banderas. No hay otra experiencia acá que sea popular y tenga esa militancia tan comprometida y voluminosa y que haya echado raíces en 15 provincias. Si no fuera por el silenciamiento de casi todo lo interesante, sería una experiencia muchísimo más divulgada.
?¿Los medios no suelen tomar estos casos como algo de color?
?Lo de Milagro, no creo. No creo que haya nada de color sino que es política pura. Con Milagro se juntan dos cosas: su pertenencia al pueblo kolla y el movimiento social. Son dos variables que los medios del establishment rechazan permanentemente. Lo de los pueblos originarios, mientras sea pintoresco, lo aceptan, pero cuando se vuelve político, no. Lo de los movimientos sociales, directamente, no es aceptado.
?Esto, sin contar la cuestión de género.
?Sí, encima la cuestión de género. Que es una mujer india, con una femineidad extraña a lo que sería la femineidad urbana. Viene a hablar de otra cosa. Uno tiene que afinar el oído y como no todos lo quieren hacer, se cae muy rápidamente en el estereotipo.
?Esa cuestión de género, ¿también afecta a Cristina?
?El patriarcado se transmite a través de las mujeres. Toda la vida fue así, y con Cristina, desde que asumió, eso se puso de manifiesto. Las que más resistencia pusieron a esa idea de mujer que concentra poder, rasgos de femineidad (los tacos, las carteras, el rímel) y tiene un esposo e hijos, fueron las propias mujeres. Estamos acostumbrados a que si una mujer tiene un cargo público, no tiene familia. Hay un discurso, que también se ve en Milagro (otro tipo de familia, que es muy fuerte), de que si las mujeres tienen una cosa, no tienen porqué tener la otra. Me acuerdo de un mail que me llegó en la época del conflicto con el campo, firmado por una mujer. Era contra Cristina y decía: ?Vamos a demostrarle a esa mujer que se cree más de lo que es?. ¡Y lo firmaba una mujer! Ella estaba hablando mal de su género pero no es consciente de eso. Creen que defienden, no sé, una clase o una estética pero, en realidad, están autoboicoteándose.
?A Margaret Thatcher se le criticaba su poca femineidad, también a Merkel. Y a Bachelet se la criticó por cómo se vestía. ¿Siempre hay algo para criticar?
?Sí. Hay una nota de Juan Carlos Volnovich, que se llama ?La presidenta sexy?, donde comparaba la femineidad de Cristina con las de Merkel, Bachelet y Thatcher. Es como si a las mujeres que llegan a jefas de Estado se la obligase a un asexuamiento. El uso del poder pero de una manera asexuada, con trajecitos grandes, siendo gorditas. O como ?Venus de la fertilidad?, con tetas enormes. Cristina es una mina que está en carrera. Le puede gustar a un tipo, y eso es imperdonable. Es terrible y eso funciona muy ancestralmente. Las mujeres no nos damos cuenta y terminamos pisando el palito. Somos capaces de dosis de odio y de envidia muy peligrosas. Fijate que cuando ella asumió y dio su primer discurso, hubo una impresión de ?qué bien que habla?, ?qué buena oradora que es? y al día siguiente ya empezaron las operaciones de prensa. También hay una imagen que está siendo manipulada muy arteramente por los medios. Me acuerdo de esa caricatura de Menchi Sabat en la época del conflicto con el campo.
?La de la doble cara.
?Sí. Después tanto se quejaron por los afiches anónimos, con los periodistas de TN con el dólar en la boca. Y Sabat ridiculizaba a la Presidenta de la misma manera, con la boca tachada, sugiriendo que en realidad, el que hablaba era Néstor. Es una estupidez. El que piense que habla por boca de otro es un idiota. No sabe leer la realidad. Ella es un cuadro político de los más completos que tenemos en el país. Podrá gustar o no, pero de eso no hay ninguna duda.
?Hablas de cuadros políticos, que recién ahora están apareciendo.
?Mirá, venimos de una crisis de partidos políticos en los que la urgencia de todo lo que pasó hizo que no se reviera. En 2001 se hicieron bolsa ellos mismos y todavía no se reconstituyeron. Recién ahora hay una generación que está militando y de la cual van a salir cuadros. De hecho, ahora hay cuadros en el Gobierno, de treinta y pico, como Bossio, Recalde y Cabandié. También es evidente que hay una generación intermedia que falta. Cristina y el ex presidente representan a esa generación que falta. Aquí faltan 30 mil cuadros sindicales, sociales y políticos. Ese agujero se nota, y la esperanza está puesta ahora en esa nueva generación que está descubriendo ahora que la política es algo copado y que si no te metés vos, se mete otro. Los de 30 y pico son también los cuadros medios de la Tupac. Ahí hay una coincidencia generacional. Se está trabajando muy fuerte pero es algo que tiene que madurar. Venimos de un invernadero político. Haciendo una lectura retrospectiva, a la explosión de los partidos de 2001, estaban los jóvenes ?sushi? que habían tomado la política de una forma cínica.
?Darío Lopérfido, los hijos de De la Rúa…
?Claro, y los contemporáneos a ellos le tenían mucha desconfianza y desprecio a la política. Recién ahora estamos frente a una generación que se la toma en serio y que tiene herramientas porque tiene un proyecto para defender. Muchos de estos chicos son salidos de las facultades y otros son de territorios. Después de muchos años se está haciendo política en territorio con los movimientos sociales. Entonces se va a dar esta articulación entre los cuadros sociales y los cuadros universitarios.
?Hubo muchas críticas por la nominación de 6-7-8 a los Martín Fierro. Además, se decía que el programa no es periodístico.
?Sí, pero no es sólo por la nominación. Es por la existencia misma del programa, que se hace sabiendo que va a tener esa crítica. Incluso alentándola. A mí no me altera en absoluto. Creo que es la reacción general y natural. Cuando algo se dice por primera vez genera resistencia en la gente que está acostumbrada que de ellos nunca se diga nada. A nosotros nos critican por derecha y por izquierda. Por derecha, ya sabemos por qué, y por izquierda, nos critica la izquierda antikirchnerista. Está bien que nos critiquen. Nosotros los criticamos a ellos. Está bueno porque a ellos no los critica TN. Son inofensivos para TN. Yo, que ellos, me pondría a pensar si soy tan revolucionario y tan inofensivo para el multimedio.
?¿A una persona de clase media le molesta que 6-7-8 ponga en duda sus creencias?
?Sí. Pero no ponemos en duda la creencia de la gente. Lo que ponemos en duda son las verdades falsas que imponen los medios. Es un programa crítico de medios. Lo nuestro es una lectura, no es la verdad. Tenemos derecho a que este punto de vista esté en el aire, al igual que los radicales, los peronistas disidentes o la CC tienen su boca de expendio ideológica en TN. Nuestro punto de vista coincide con el de mucha gente. Los que creen que nos tenemos que callar la boca supongo que deben pensar que ese punto de vista no tiene que estar en ninguna parte. Pero eso es el autoritarismo, no lo nuestro. Además, está bueno el debate que tenemos con la centroizquierda de Pino Solanas porque parece que si no lo damos nosotros, no lo da nadie. Son debates necesarios y, por otro lado, tampoco hay que pedir disculpas por lo que uno cree. La buena práctica tiene que ver con no mentir. Puedo criticar lo que dice un periodista de TN pero jamás pensaría que eso no tiene que ser dicho. En cambio, a nosotros nos tiran con que tenemos que salir del aire. Eso es lo loco, lo autoritario. Les molesta tanto que directamente van por la censura.
?¿Te referís a lo que dijo Sylvestre, que se lo insinuó a Aníbal Fernández en una entrevista?
?Lo de Sylvestre, lo de Majul o cuando fueron a pedir al Senado por lo del ataque, que no lo hubo. En realidad fueron a decir que no quieren ser criticados. Se portaron como nenes de mamá que le van a llorar a la diputada Silvana Giudici. Realmente, yo con esa gente? Trabajan de periodistas pero no me une nada con ellos. Al respecto, siempre estuve en contra de una defensa corporativa. Con Morales Solá no tengo nada que ver ni me une nada. No trabajo de lo mismo, no me gano el sueldo de la misma manera. Mucho más allá de ver las cosas desde otro lado, no compartimos el trabajo. No somos colegas y no veo por qué no puedo criticarlo.
?¿Viste a algún colega que por circunstancias laborales actualmente esté en TN, diciendo algo que te hace pensar: ?Vos no eras así??
?No. A la gente que veo en TN es, generalmente, para TN. Muchos creen en lo que dicen, aunque también haya otros que no, pero no son los más notables, los que ganan fortunas. Debe haber trabajadores rasos que quieran irse a trabajar a otro lugar. Ha pasado. Pero tiene más oportunidades Juan Miceli, que es una figura, que un redactor o un productor. Creo que hay muchas más rispideces en las líneas más bajas de las redacciones, ya que son otras clases sociales. No es lo mismo un tipo que gana tres lucas que otro que gana 100. ¿Por qué uno que gana tres lucas va a estar defendiendo a uno que gana 100? Están defendiendo otras cosas. Entiendo que Morales Solá esté defendiendo al establishment porque él es parte de ese establishment. No es parte del gremio periodístico. Lo único que falta es que vaya la Utpba a defender a Morales Solá, aunque Tenembaum lo hace. Ahí ya está claro de qué lado está. En el caso de Tenembaum, creo que él piensa que es de izquierda pero, en realidad, es de derecha. Igual, no me parece que haya muchos que piensen una cosa distinta a la que dicen. Por algo lo defiende a Morales Solá y no a Milagro Sala. Uno tiene las alianzas en virtud del lugar que ocupa. La verdad es que me molesta que pidan que nos censuren. Eso no es leal. A las críticas me las banco como parte del trabajo y ellos también deberían bancárselas y no creer que son palabra santa. Magdalena no es palabra santa. Se equivoca y dice estupideces. Y tengo derecho a decirlo. ¿Por qué no puedo decir que lo que dice de la causa Noble es una guarrada? Que está diciendo ahora lo que Mariano Grondona decía hace cinco años.
?En esta profesión te preguntan siempre ?¿por qué sos periodista?? ¿Tenés título habilitante?
?En teoría, nunca hubo. Lo que hay ahora son títulos de comunicación, que no es exactamente periodismo. Yo hago periodismo desde hace tantos años que ya lo tengo incorporado. Cuando empecé a trabajar no te pedían título, y después la carrera la hice (me faltaban pocas materias) pero hacía mucho tiempo que trabajaba en periodismo y no tenía tiempo para terminarla. Soy periodista porque me gusta la comunicación, pero no sé si me gusta el periodismo, ya que son dos cosas diferentes. Ahora, no se está haciendo periodismo porque se violaron sus contratos básicos. Si hay una marcha de 20 mil indígenas en Plaza de Mayo y en Clarín no sale ni una línea, que no me vengan a decir que acá se hace periodismo porque sino habría que hacerles un juicio por mala praxis. No estamos haciendo periodismo, estamos comunicando percepciones de la realidad. Igualmente, la gente ya sabe que Clarín miente. Eso es evidente y ya dejó de ser una cuestión ideológica. Mirá la marcha de apoyo a la Ley de Medios. Eran 50 mil personas y dijeron que no pasó nada. De lo único que hablaron fue de los afiches en los que ellos aparecían involucrados. Eso fue lo único que les importó. Ahí no se hace periodismo, se hace política. Y se tienen que hacer cargo. Eso ya se deconstruyó. Está en el aire, y lo que nadie se atrevía a decir ya se dijo. Lo decimos en cada noticia donde evidentemente no está tratada de la manera en que nosotros aprendimos (pirámide invertida, entrecruzamiento de datos, chequeo de fuentes). Hace mucho que lo abandonaron. Por eso creo que 6-7-8, más que periodístico, es de batalla cultural. Más allá de que le quieras creer o no a Clarín, es tan burdo cómo rompieron todos los contratos que ya perdieron. Clarín no va a volver a ser lo que era antes. Ahora ya sabés que los tipos, en cada línea, están defendiendo plata.
?¿Tanto miedo hay al debate?
?Obvio. Venimos de cien años de pensamiento único. Si no estuviéramos en un momento en que todo se pone en duda y se discute todo, seguiríamos sosteniendo el relato del Centenario. Un relato completamente deforme, manipulador, que se rompió en este Bicentenario. La región no es la misma ahora que en el Centenario. Somos menos europeos ahora y hay una oportunidad única, con la creación del Banco del Sur, no con el póster del Che Guevara en el cuarto.