Aníbal Ibarra definió como un "triángulo" su anhelada alianza con Carrió y Kirchner. Expresó que es "un triángulo vinculado a la caducidad de los mandatos, a partir de la necesidad de generar un antes y un después, porque la crisis es fundamentalemnte de confianza, de debilidad de las instituciones".
Este forzar la situación generó descontento en sus compañeros de cruzada, sobre todo en un erizado Néstor Kirchner, cuando escuchó que Ibarra se alinearía con Elisa Carrió para "presidenta". Tras cartón, el santacruceño realzó su acuerdo por la caducidad de los mandatos "con la doctora Carrió" y nada dijo de Ibarra. A ello se le suma el desdoble electoral que están proponiendo la mayoría de las provincias, algo que va en contra de las aspiraciones del lord mayor.
Ibarra agregó que "no estoy con que se vayan todos con un sentido de oportunismo, la gente decide quién se va y quién se queda". Sostuvo que una elección no resuelve los problemas estructurales de la Argentina, por ejemplo en lo que hace al desempleo y a la crisis social, y que por eso es necesario generar un espacio para poder salir de la crisis, ‘debe haber un gran acuerdo nacional’.
"Un escenario de gran antagonismo no es bueno para la Argentina. No vaya a ser que caigamos en un proceso electoral superficial" afirmó Ibarra. Sostuvo que quizás Kirchner vaya por fuera del Justicialismo, algo que el gobernador descartó ayer si hay reglas claras en la interna peronista, pero -aclaró Ibarra- que es una decisión que debe tomar el propio mandatario patagónico.
Respecto a la Alianza que llevó a de la Rúa al poder -de la que él formó parte-, señaló que armaron "un espacio electoral y no uno real de gobierno", y que "faltó una visión de ejercicio de poder hacia adelante".