El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, fue el principal gestor del respaldo kirchnerista a la reelección de Aníbal Ibarra. Un apoyo sin el cual el jefe porteño no habría podido retener su sillón en el Palacio porteño. Sin embargo, a ocho meses de la consolidación de aquella alianza, ambos parecen sostener posiciones diferentes de cara al 2005.
Ibarra busca construir un espacio político propio, a tal punto que su mano derecha, el jefe de Gabinete porteño, Raúl Fernández -famoso por cultivar un silencio sepulcral- salió a hablar hasta por los codos, en una entrevista en la que se apuró a lanzar a dos potenciales candidatos "ibarristas" para encabezar la lista de legisladores nacionales, en el 2005: nada menos que el vicejefe Jorge Telerman y el secretario de Obras Públicas de la comuna, Roberto Feletti.
"Los dos se enojaron mucho porque, que tiren tu nombre con tanta anticipación, no es grato", reconoció a NOTICIAS URBANAS una legisladora del ibarrismo.
Por una cuerda separada y vía su operador capitalino -el sindicalista Víctor Santa María-, el jefe de Gabinete nacional continúa en el armado de su propio espacio político, el Frente para la Victoria, que también aspira a incluir a otros sectores. En verdad, lo mismo quiere Ibarra: consolidar al ibarrismo, pero con tropa propia.
"Se trata de una cuestión de posicionamientos, si es que finalmente hay una confluencia con el kirchnerismo para el año que viene", deslizan cerca de Ibarra.
Alberto Fernández quiere a sus propios hombres encabezando la grilla de diputados nacionales para el 2005. En la grilla albertista figuran el ministro de Educación, Daniel Filmus; el secretario de Desarrollo Social de la comuna, Eduardo Epsztein, y también Feletti.
Las sorpresivas declaraciones de Raúl Fernández de finales de abril levantaron tal polvareda en el albertismo que, desde ambos sectores, ahora buscan bajarle el tono. "Todo está stand by hasta la llegada de Aníbal", aseguran en el entorno del jefe porteño. Ibarra regresa el lunes próximo de una minigira europea.
Un ex operador de Ibarra, hoy pasado a las filas del kirchnerismo, definió la situación entre albertistas e ibarristas:
"Las elecciones del año que viene no pueden convertirse en la hoguera de las vanidades -apuntó-. Está bien que Raúl (Fernández) hable de un armado propio, pero es necesario exhibir gestión y lamentablemente se nos está yendo el tiempo", alertó.
