La batalla por la jefatura de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires está abierta en todos los frentes. La relación de fuerzas no es la misma y a veces se hace mutis por el foro. Es lo que acaba de pasar con dos episodios recientes, que involucran a la cultura, al cine en particular.
El primero se corroboró el viernes pasado, cuando en la conferencia de prensa donde se anunció la inauguración y programación del BAFICI (el Festival de Cine Independiente de Buenos Aires, del 3 al 15 de abril), el jefe de Gobierno, Jorge Telerman, su ministra de Cultura, Silvia Fajre, y el director artístico de la muestra, Ferndo Martín Peña, tuvieron que hacer frente a ciertas preguntas incómodas.
En rigor: qué pasó con el subsidio que el INCAA entregaba todos los años al BAFICI, y que esta vez, en su novena edición, resultó suspendido unilateralmente. La pregunta (o una de las prefuntas), fue formulada por Gustavo Noriega, director de "El Amante", revista de cine que desde hace dos años tiene la publicidad oficial suspendida.
Telerman hizo una mueca, y le cedió la palabra al director artístico: "Desde octubre intentamos comunicarnos (con el INCAA) para que participaran del Festival, pero no tuvimos ninguna respuesta", dijo.
"La verdad, me da pena. No sé realmente qué pasó. Ojalá no fuera por razones políticas, sería triste", completó Fernando Martín Peña. El silencio se adueñó de la sala.
La vicepresidenta del INCAA, María Lenz, consultada por un matutino, respondió desde Mar del Plata, donde participaba del Festival Internacional, que no se había podido llegar a un acuerdo porque el presupuesto solicitado por las autoridades del BAFICI, "duplicaba al del año anterior".
Según la funcionaria, si se privilegiara al BAFICI, el INCAA se quedaría sin recursos para financiar los "50 festivales" que se hacen en el interior del país. El que no abrió la boca fue el director del INCAA, Jorge Alvarez, y menos, el secretario de Cultura de la Nación, José Nun.
Para que se entienda: no existió un pedido de partida presupuestaria doble, y la revista "El Amante" no es un medio condescendiente con el cine subsidiado por el INCAA.
El segundo episodio ocurrió ayer por la tarde, en el cierre del Festival de Mar del Plata, a la hora de los premios. El periodista censurado es Eduardo Antín, Quintín, anterior director de "El Amante", y durante dos años, cuando el jefe de Gobierno era Aníbal Ibarra, director artístico del BAFICI.
El encargado de contar qué pasó es Quintín: "La empresa distribuidora 791, que otorgó en el festival un premio a la innovación artística, me pidió que subiese a entregarlo durante la ceremonia de clausura del festival".
"Me puse contento, porque ‘It Happened Just Before’, un documental austriaco que había visto antes de viajar a MdP merecía un reconocimiento".
"Pero, esta tarde (por ayer), mientras me vestía para asistir a la entrega de premios, recibí un llamado telefónico en el que se me informó que mi presencia en el escenario no era bienvenida y que por lo tanto, había sido cancelada".
¿Pero dónde o quién tuvo la responsabilidad de este acto de censura? "La perseción ideológica tuvo un origen claro: las autoridades del INCAA", disgustadas por ciertos conceptos que el crítico deslizó en un artículo periodístico donde repudiaba "la intromisión, en las decisiones artísticas del festival, de la vicepresidente del INCAA, María Lenz".
En este caso, el Licenciado Jorge Alvarez tampoco dijo ni mu, salvo destacar que el cine, en la Argentina, "es una política de Estado".
