Kelly Olmos respresenta a un sector del peronismo porteño que, desde el inicio, jugó políticamente con Aníbal Ibarra. A pesar de haber estado alineada con Carlos Menem en los años noventa, tejió una buena relación política con el frentista, a quien volvió a apoyar en su reelección frente su rival.
"La propuesta de (Mauricio) Macri se parecía más al montaje de una consultoría privada que a un proyecto político", justificó Olmos en una entrevista con NOTICIAS URBANAS. "Nosotros nos jugamos muy fuerte por la reelección de Aníbal, que en definitiva se bancó la gestión en plena crisis y no llevó la Ciudad al default, como podría haber hecho".
La temprana lealtad con Ibarra hizo que Olmos obtuviera un lugar en el directorio de la Corporación del Sur, uno de los organismos descentralizados del Gobieno porteño, cuya misión inicial fue promover el desarrollo de la zona sur porteña, uno de los ejes de campaña de Ibarra que, sin embargo, nunca se cumplió.
En estos días en los que se están definiendo nombres para las segundas y terceras líneas de gobierno, el nombre de la dirigente peronista circula como posible candidata a integrar un lugar en el directorio del Banco Ciudad, que presidirá Eduardo Hecker. "Aníbal todavía no me ofreció nada, no he hablado con él, pero estamos esperando una propuesta", admitió. En el esquema ibarrista, Olmos -cuya agrupación, Propuesta Justicialista, tiene presencia en varias circunscripciones capitalinas- cuenta con el aval del jefe de Gabinete y mano derecha de Ibarra, Raúl Fernández.
NU: ¿Cómo es que, de haber estado al lado de Menem, termina apoyando a Ibarra?
KO: En primer lugar, para mí el proyecto de Menem terminó en la noche de la primera vuelta. Yo fui una de las primeras en decir públicamente que una segunda vuelta iba a profundizar la división en el peronismo, que era perjudicial. Luego la práctica nos dio la razón. Ese día, también decidí que no estaba en condiciones de proponer una candidatura para la elección porteña porque estaba demasiado asociada a un proyecto político que había terminado. Entonces, era claro que había que fortalecer al Gobierno nacional, que en la Ciudad apoyaba a Ibarra. Me quedaba claro que la opción volvía a ser Aníbal.
NU: ¿Pero no le parece que el menemismo encarnaba un proyecto opuesto al del jefe porteño? ¿Cómo justifica su pasaje?
KO: Si lo mirás desde el justicialismo, Perón decía que había que ensillar la evolución. Creo en los noventa hubo transformaciones y errores tremendos. Pero las transformaciones no son cuestionadas ahora por el gobierno nacional. Por ejemplo, Kirchner no cuestiona la incorporación de capitales privados a los servicios públicos. Lo que
cuestiona es si el capital incorporado cumplió o no.
NU: ¿Cómo es su relación política con Ibarra?
KO: Siempre fue buena, a pesar de las diferencias politicas.
NU: ¿Por qué la Corporación Sur no cumplió el rol inicial de promover el desarrollo de la parte más postergada de la ciudad?
KO: Porque esos procesos llevan su tiempo de maduración. Si Puerto Madero, que está a minutos del centro, tardó tres años en madurar, imaginate una zona con cincuenta años de postergación. Hemos trabajado en una época muy adversa, en la que era muy difícil que se invirtiera en el sur. Si ni siquiera se invertía en el norte…