El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires deberá informar, en un plazo no mayor a 15 días, si se ha creado el registro de personal de seguridad de los locales bailables y si se mantiene actualizado, en cumplimiento de la Ley 118, que así lo establece. Por otra parte, también deberá expedirse dentro del plazo de 45 días, sobre que tipo de controles y a través de que organismos se verifica la potabilidad del agua que consumen los porteños.
Ambos pedidos de informes, cuya autoría pertenece al diputado porteño Jorge Giorno (Partido de la Ciudad), fueron aprobados este jueves por la Legislatura porteña. La primera iniciativa apunta a evitar que personas no idóneas para realizar las tareas de seguridad ejerzan esa función. Precisamente, por falta de control, más de una vez se registraron excesos por parte de los denominados "patovicas", los cuales, en algunos casos, terminaron con víctimas fatales.
El pedido de informes contiene la solicitud al Gobierno de la Ciudad sobre el cumplimiento de la ley 118 de personal de seguridad en locales bailables. Esta Ley establece también qué indumentaria debe tener el personal y las credenciales que debe exhibir para ser debidamente identificado.
"Queremos saber si se ha creado y se mantiene actualizado el registro de trabajadores que brindan este servicio y si además se controla y autoriza la utilización de uniformes, credenciales y vehículos de las empresas de seguridad en los locales bailables", afirmó Giorno.
A propósito del segundo proyecto sancionado por el Cuerpo, el vicepresidente de la Comisión de Desarrollo Económico señaló que "actualmente se plantea la necesidad de constatar y preservar la calidad del agua en el tiempo". Mediante esta resolución se le exige al Poder Ejecutivo que "informe sobre qué participación tiene el Gobierno de la Ciudad en la formación de políticas de preservación de la calidad del agua de consumo, conjuntamente con la jurisdicción nacional y de la provincia de Buenos Aires".
"El agravamiento de la contaminación del Río de la Plata, ya sea aguas arribas, como las provenientes de los arroyos entubados, del Riachuelo y los efectos contaminantes de los Puertos de Buenos Aires y de Dock Sud, con sus terminales de hidrocarburos, nos presentan un panorama desalentador para el futuro inmediato si no se toman las medidas necesarias", previno Giorno.
Para garantizar la calidad del agua potable que se consume en la Ciudad de Buenos Aires, los controles deben realizarse con la asiduidad necesaria. "Y no sólo se deben controlar las operaciones de las plantas potabilizadoras, hoy en manos privadas, sino atender a las cuestiones que hacen al caudal del Río de la Plata del que se extrae el agua para potabilizarla", indicó el diputado porteño.
