Industria y cultura, una unión necesaria

Industria y cultura, una unión necesaria

La recuperación poscrisis de 2001/02 favoreció el crecimiento de las industrias creativas. Hoy, éstas necesitan del apoyo estatal para continuar su desarrollo. Al optimismo oficialista se contraponen las críticas opositoras.


En los últimos años, sobre todo a partir de 2003, muchas de las industrias relacionadas con el talento artístico alcanzaron un notable desarrollo. Conocidas como industrias creativas, estas actividades están profundamente vinculadas con la prosperidad del país o, como diría un marxista ortodoxo, con el renacimiento de los circuitos que generan la plusvalía.
Tras los fuegos de la crisis de 2001, en los que ardió un modelo de país que enriqueció a unos pocos y envió a muchos a la miseria, junto a la eliminación del uno a uno y la imposición de otra matriz económica, las industrias emparentadas con el mercado interno comenzaron a crecer por primera vez en 25 años, desmintiendo los dichos de algunos falsos profetas, que auguraban una catástrofe económica y un dólar a 10 pesos.

En ese contexto de recuperación económica, las industrias creativas se reencontraron con un mercado que, con el advenimiento de una crisis que parecía haberse vuelto crónica, los había enviado cruelmente a la marginación. Todo lo contrario de lo que había ocurrido en los 60, cuando la aparición de Los Gatos ?liderados por Litto Nebbia? preanunciaba, cantando en castellano, una etapa de la cultura nacional en la que la producción propia significaba un valor agregado.

Así, en 2007 las industrias culturales generaron un ingreso de 17.455 millones de pesos, equivalentes al 9,10 por ciento del Producto Bruto porteño, por sobre el 5,8 por ciento que alcanzó la construcción, el 4,7 de la hotelería y restaurantes, y el 4,1 de los servicios de salud.

En ese sentido, el crecimiento que experimentó la actividad entre 2003 y 2007 fue meteórico, al alcanzar el 54 por ciento, mientras que las exportaciones se duplicaron en el mismo período, pasando de 1.277 a 2.880 millones de pesos.

PRODUCIR BIENES CULTURALES

Enrique Avogadro, director general de Industrias Creativas, área dependiente del Ministerio de Desarrollo Económico, es el responsable de tratar con los productores de bienes culturales, más que con los propios artistas. ?Estamos trabajando básicamente con las industrias audiovisuales, editoriales, de moda y diseño y de música ?señala a NU?, sin olvidar otros servicios, como los de arquitectura, los laboratorios de idiomas y los educativos.?

Según Avogadro, la explicación es sencilla: ?Estos últimos servicios se consumen en todos los países de la región. Hay gente de Europa y del norte de América que viene a Buenos Aires a estudiar y practicar el castellano, y hay gente de Latinoamérica que viene a estudiar inglés y otros idiomas en las excelentes escuelas que hay aquí. También las carreras universitarias son requeridas desde otros países y hay estudiantes extranjeros que cursan sus carreras en la Ciudad?.

CIUDAD DEL DISEÑO

A su vez, Avogadro enumera otros rubros en los que el Estado también está presente. ?Dada la importancia que tiene la actividad ?no hay que olvidar que Buenos Aires fue elegida en 2005 por la Unesco como Ciudad del Diseño?, yo también soy el director del Centro Municipal de ese rubro, desde el cual, desde octubre del año que viene, produciremos el Festival Internacional del Diseño?, anuncia el funcionario.

?Estas industrias tienen una doble función: generan empleo por sí mismas, además de un fuerte valor agregado. Por otra parte, generan una gran cantidad de empleos subsidiarios en turismo, hotelería y gastronomía, por ejemplo. Por eso las apoyamos con capacitación, créditos blandos y subsidios. Además, les damos apoyo en sus salidas al exterior, con la organización de misiones comerciales que viajan a distintas partes del mundo?, expresa el titular de Industrias Creativas, entusiasmado.

?Además, estamos desarrollando la promoción necesaria para que las pymes puedan acceder a los diseñadores, porque esto rara vez ocurre, y la renovación en el diseño de productos, que pueden ir desde el packaging al propio producto industrial, mejora las posibilidades de llegada al mercado.?

PARADOJAS MUSICALES

En la Ciudad se da la contradicción que significa la promoción de discos a los que el público raras veces puede escuchar en vivo, por la pésima situación que atraviesan los locales de música. Avogadro reconoce que la música en vivo ?se vuelve industria?, pero aclara que su área no trabaja ?con los clubes de música? y reivindica el programa ?Discos Vivos?, que lleva adelante con los sellos discográficos, en los clubes de barrio. ?Con ellos también colaboramos, en vistas de la crisis que están sufriendo?, agrega Avogadro.

En cuanto al cierre de una gran cantidad de locales, el funcionario reconoce el síndrome Cromañón y sólo comenta que ?deben convivir el control de la actividad con la amplia variedad de propuestas que puede mostrar la Ciudad?. Nada dice, en cambio, respecto a una ley aprobada meses atrás por la Legislatura para subsidiar a los clubes de música, que el Ejecutivo se niega a reglamentar. Mientras, aquellos desaparecen unos tras otros.

?Respecto al Buenos Aires Festival Internacional de la Música (Bafim), que se llevará a cabo entre el 19 y el 22 de noviembre, vamos a seguir apoyando a los sellos e incluso a los shows, porque éstos traccionan también la venta de discos?, se esperanza el funcionario, licenciado en Estudios Internacionales y próximo a obtener un Master en Políticas Públicas.

DANDO VUELTA LA PÁGINA

En lo editorial, el responsable de Industrias Creativas advierte que ?el rubro vive tiempos de cambio que la están afectando sensiblemente?. Además, refiere que ?para empezar, la tecnología del libro electrónico, que en unos años va a crecer mucho, la va a influenciar?.

De todos modos, informa: ?Surgieron muchas editoriales nuevas desde 2001. Nosotros desarrollamos el programa ?Opción Libros?, por el cual las asesoramos y apoyamos el envío de los materiales a las ferias de Frankfurt, Guadalajara y Bogotá. Este año trajimos a 30 compradores de libros desde toda Latinoamérica y seguimos asesorándolos en materia de derechos de autor, para que mediante esta opción crezca la exportación y la traducción de las obras argentinas en todo el mundo?.

En resumen, Enrique Avogadro confía en la posibilidad de ?generar eventos de clase mundial, para conectar a la Argentina con el mercado internacional. Es más, en los festivales que organiza el Gobierno porteño, nosotros llevamos adelante el área de negocios?.

Finalmente, otra esperanza. Avogadro precisa: ?El Centro Metropolitano de Diseño es una instancia que no creamos nosotros pero queremos que siga existiendo y que sea una política de Estado. Desearía que quienes vengan después que nosotros lo mejoren, pero que lo sigan manteniendo. Esa es una política de Estado?.

(NOTA ORIGINALMENTE PUBLICADA EN EL SEMANARIO NOTICIAS URBANAS Nº 213, DEL 05/11/09).

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