Ana María Clement era la Directora de Planeamiento del Ministerio porteño de la que ahora es titular. Es licenciada en Ciencias de la Educación por la Universidad Nacional de Quilmes, y forma parte de los equipos docentes de esa casa de estudios.
Paradójicamente, al ministerio llegó de la mano de su antecesor, Alberto Sileoni, muy recomendada por su segunda, Mara Brawer, que también presentó su renuncia para seguir militando en las tropas de Filmus. Es probable, sin embargo, que quienes creen que la señora Clement es una figura decorativa se llevan más de una sorpresa.
Sus convicciones democrátricas son fáciles de mostrar, pero su trabajo pedagógico en dos áreas tan sensibles (la seguridad y la sexualidad) no es tan conocido pero acaso sea la clave de su nombramiento.
Los hechos indican que esta profesional de la Educación encabezó la reforma del plan de estudios de la policía bonaerense, bajo una divisa que todavía parece (o es) una quimera: antes que una "fuerza armada", los policías son "civiles armados".
Fue Directora general de Formación y capacitación del Ministerio de Seguridad Bonaerense en 1998. León Arslanián volvió a convocarla en el 2004, inmediatamente después de la crisis que sacudió (y la epidemia de inseguridad) que se propagó luego del secuestro y asesinato de Axel Blumberg.
Entonces, dijo en un reportaje publicado en un matutino que lo primero que había que hacer para educar a la policía era "eliminar el sistema de ‘castas’ que separaba a los oficiales (que estudiaban en la Vucetich) de los suboficiales (que se formaban en Rosendo Matías)".
Porque "todos ingresan con el secundario completo y por tanto, con las mismas competencias básicas a la carrera de Oficial, que es una tecnicatura superior no universitaria. Si estudiás y aprendés, evolucionás", agregaba.
Si no, difícil. Pero "la Bonaerense" es un hueso duro de roer, y si ya tenían suficiente con Arslanián, tener que soportar estudiar, y que quien enseñara fuera una mujer, debió parecer demasiado.
El marido de la nueva ministra es uno más de los miles de detenidos-desaparecidos de la última dictadura cívico-militar, y si bien eso agrega, también resta: a izquierda y a derecha del arco electoral.
Sobre todo teniendo en cuenta que era, y ahora más, con más poder, encargada de la reforma escolar en materia de educación sexual, un asunto que suele erizar la piel de los corderos, para no hablar de los lobos.