La Corte Suprema recibió un nuevo golpe con la desaparición física de Enrique Santiago Petracchi, quien dejó de existir este domingo a los 78 años. Por lo que, luego de que Ricardo Lorenzetti lamentara el deceso a través de un comunicado, Carlos Fayt también decidió hablar para expresar su dolor.
“Siento profundamente la pérdida de un amigo, estuvimos 30 años trabajando, fue un hombre de bien, valioso, y su desaparición es una pérdida para el país”, reflexionó el magistrado en declaraciones a radio Vorterix.
“Trabajó hasta último momento, e incluso cuando no iba, directamente escribía y pensaba”, destacó Fayt, “Era un hombre sensato, de una enorme nobleza y una gran inteligencia”, remarcó.
“Últimamente estuvo en su casa, la enfermedad lo estaba devorando”, detalló el juez, que se mostró contrariado al advertir que el pensamiento de su compañero “se ha apagado” tras perder en la pelea contra un cáncer de páncreas.
Consultado sobre su continuidad en el máximo tribunal de Justicia, Fayt manifestó que los decesos de Petracchi y de Carmen Argibay (en mayo de este año) no lo hacen meditar al respecto: “Todavía voy a seguir un tiempo más, no sé cuánto”.
“En este momento no reflexiono sobre pérdidas, la pérdida es de él (Petracchi), el país pierde un valor”, remarcó el magistrado, que insistió con la necesidad de valorar todo lo que hizo el ex juez.
Sobre su relación con Petracchi, el legista recordó cuál fue el último diálogo que mantuvieron: “Conversamos sobre el proceso que se estaba haciendo en el país, si nos parecía correcto o no, y consideramos que debía ser modificado, en el sentido de mayor prestancia democrática”.
“Lo más importante de nuestra relación eran las diferencias que teníamos, no los acuerdos. Éramos amigos, de esas amistades sinceras y fuertes en las que si hay que decir las cosas, se dicen”, rememoró.
Finalmente Fayt recordó que por Carmen Argibay “sentía una gran ternura”. Y explicó que la muerte del “amigo Petracchi” es un trago difícil de digerir. “No es fácil decir algo porque las palabras no valen, se las lleva el viento, el corazón es el que siente la ternura de una pérdida”, finalizó.