Un grupo de legisladores porteños de diferentes extracciones partidarias fue consultado por este medio acerca de la medida de fuerza realizada el miércoles por la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y de la decisión del Frente Grande de apoyar el paro, habida cuenta de que es el partido oficialista en la Ciudad.
"El reclamo de la CTA es legítimo, lo que está en discusión es si la herramienta del paro es un aporte para salir de la crisis", expresó el diputado justicialista Jorge Argüello. Similares conceptos vertió el Pablo Caulier, del bloque cavallista Bases y Puntos de Partida. Él legislador afirmó que la situación era "calamitosa" y que la gente tenía "derecho a manifestarse constitucionalmente", pero que la protesta, a su vez, le generaba dudas de que ayudara "a mejorar la situación concreta".
Ambos diputados, al igual que Delia Bisutti (ARI) y Fernando Caeiro (UCR), cuestionaron la decisión del Frente Grande de apoyar la medida de fuerza. El radical fue uno de los más duros a la hora de criticar al oficialismo. "Me parece una incongruencia que quien gobierna la Ciudad pare contra sí mismo", manifestó Caeiro. Para el legislador, esto se debió a que "algunos miembros del Frente Grande tienen vínculos con la CTA y por eso arrastraron al gobierno a tomar una decisión que es un disparate". Argüello, por su parte, aseguró que el partido del jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, "sufre una permanente crisis de identidad" y que está acostumbrado a comportarse "como opositor".
Bisutti y Caulier fueron más suaves al reprochar la actitud del Frente Grande. La primera la consideró "un poquito oportunista", mientras el segundo afirmó que le resultaba "difícil de entender".
La diputada del ARI aprovechó la ocasión para destacar la magnitud de la protesta realizada por la organización gremial. "Se realizaron acciones importantes en el conjunto del país", afirmó. También remarcó que éstas fueron llevadas a cabo por "una central que viene creciendo con coherencia a través de la lucha contra el modelo neoliberal implementado desde la época de Carlos Menem".
Para Jorge Altamira (PO), en cambio, la protesta no alcanzó. "Me parece muy bien que la CTA tenga un plan de lucha -manifestó- pero ir a pedirle al presidente Duhalde una justa distribución de los ingresos es un objetivo vago". "En esta crisis lo que se necesita es plantear un proyecto de poder", argumentó el legislador obrero.
Coincidiendo con los dichos de Altamira, el diputado Eduardo Peduto, que integra el bloque del Frente Grande, afirmó que la CTA debía dirimir si iba a ampliar su base gremial o si iba a constituirse como partido político, al estilo del PT brasileño. "Es decir, pasar de una simple actitud de enfrentamiento a la posibilidad de construir una alternativa de poder", puntualizó el diputado oficialista. Peduto defendió la decisión de su agrupación de adherir a la protesta. "Yo vengo bregando para que el Frente Grande vuelva a sus orígenes -aseguró- y me parece absolutamente correcto que se apoye la medida, ya que obliga al gobierno de la Ciudad a reflejar esta postura en políticas".