Una movida por siempre sabida dentro del gobierno porteño consistía en colgar uno o dos referentes propios para ingresar a la Legislatura dentro de algún esquema "amigo" que se postulara para diputados nacionales. El acuerdo finalmente se plasmó con el Partido Socialista de la Ciudad que propone al actual legislador Norberto La Porta en ruta hacia el Congreso de la Nación tras vencer en la compulsa interna a otro histórico de la "Rosa" como Héctor Polino.
Es cierto que hoy el socialismo es una de las pocas fuerzas políticas que aún mantiene buena sintonía en Bolívar 1 más allá de los radicales y kirchneristas sueltos que pueblan algunos despachos. Es más, el vice jefe de Gabinete de la Ciudad no es otro que el dirigente Raúl Puy quien al igual que Roy Cortina en la Legislatura son dos gladiadores socialistas que defienden la causa del tándem que componen -cual dos caras de la moneda- Aníbal Ibarra y Raúl Fernández. Precisamente este último fue quien siempre abogó por no retirarse de la contienda electoral de octubre más allá de la postura en ese sentido de sus peculiares socios K.
Quizás tanta vocación de fortalecer la escuálida formación legislativa en la que quedaría nada más que la ibarrista Laura Moresi tras el proceso electoral, hizo que el Colorado Fernández planteara la necesidad de acompañarla con la espada más afilada de "La Banda", tal el caso del subsecretario de Descentralización , Luis Véspoli quien se ubicará en el segundo lugar de la grilla de legisladores porteños. Para que no quede la más mínima confusión, dos lugares más abajo se ubica Sandra Castillo, responsable del Registro Único de Beneficiarios en materia de asitencia social y del monitoreo de las mismas, otra referente incondicional de Fernández.
A esto quizás se refería Aníbal Ibarra cuando decía que el espacio que lo depositó en el poder por segunda vez en el 2003, lo expresaban en estas elecciones no solamente Rafael Bielsa, sino Jorge Giorno -que colgó de todo menos ibarristas-, Abel Fatala que sí lleva a Alicia Caruso, que se destacó por la lealtad en la defensa de Ibarra durante el período post Cromañón, y el susodicho Norberto La Porta, el preferido de los coloradistas.
Será algo así como el "continuismo de lo que pretendió generar Fuerza Porteña" explican cerca del jefe de Gabinete, aunque salvando algunas diferencias no menores. Para empezar, los K ya no son socios confiables y van con otra lista, tampoco hay independientes progresistas de ninguna organización política o sindical comop en aquélla ocasión. Desde el Gobierno, visualizan esta lista como la "única opción de centroizquierda" en la Capital, espacio que aseguran no representa Elisa Carrió ni Bielsa, de los cuales parecen situarse a mitad de camino entre ambos.
Ivana Centanaro, una funcionaria radical propuesta por la Vilma Ibarra desde el Partido de la Victoria, arribará -casi con seguridad- a una banca por el kirchnerista Frente para la Victoria que armó Alberto Fernández. El poderoso jefe de Gabinete nacional siempre "bancó" a Ibarra hasta en sus momentos más difíciles y pagó algún precio importante con la "pingüinera" por esa elección. Sus acuerdos con la senadora y hermana del jefe de Gobierno, en el imaginario colectivo constituyen la piedra basal de dicho sostén. Pero Raúl Fernández -quien ejerce hace cinco años una importante porción del poder porteño- siempre construyó en otra línea que es definida como "gorila" en Balcarce 50. Mientras tanto Vilma se une a la crítica de Alberto porque para ella "achican el plato en lugar de agrandarlo". Algo que comparte Roberto Feletti, aunque no cotice como Vilma en ninguna de las dos terminales de Plaza de Mayo.
Más allá de las conjeturas, La Banda ya eligió el juego, Ibarra lo bendijo y el socialismo nuevamente agradecido.
