La semana última, el precandidato presidencial peronista Felipe Solá fue el único invitado en una charla-cena con periodistas en el restaurante El Refugio, que funciona en la sede de la Asociación de Hijos del Ayuntamiento de Oleiros, ubicado en Piedras 844, en el barrio de San Telmo.
Distendido como pocas veces, Solá mantuvo un diálogo sin condicionamientos previos con una cuarentena de periodistas de distintos medios, que no dejaron de lado ningún tema. Encuestas, perspectivas, Cristina, Macri, posibilidades y estrategias fueron las materias que se analizaron exhaustivamente.
“Rumbo a 2019, rumbo a la victoria” fue el lema de un diálogo que se extendió entre las 21 y la 1 de la mañana. Siguiendo la tradición, en las mesas hubo “canelones para todos”, menos para Solá, que primero pidió un filet de merluza y finalmente no lo consumió.
La primera advertencia del candidato estuvo relacionada con los resultados de las encuestas más recientes, que comienzan a ubicar a Cristina Fernández de Kirchner en el primer lugar en las preferencias de los futuros electores argentinos. “No reflejan la realidad –anticipó Solá–. Es una estrategia de Cambiemos, que busca con esto un doble efecto. Por un lado, asustar al electorado que jamás votaría a CFK, obligándolos a concentrar nuevamente el voto en Cambiemos y evitando que busquen otras opciones por afuera. Por el otro, la intención es generar triunfalismo del lado peronista y volvernos descuidados.”
De todos modos, el exgobernador bonaerense aseguró que CFK supera a Mauricio Macri en la intención de voto, “pero por cifras más reducidas de las que mostrarían los sondeos de opinión”. Según esos guarismos, Cristina aventajaría a Macri por tres o cuatro puntos en la intención de voto, una diferencia exigua “que obliga a no bajar la guardia, porque las elecciones no están ganadas”, advirtió. Basándose en esto, Solá volvió a insistir, como en otras ocasiones, en la necesidad de sostener al justicialismo unido. “Si hay dos peronismos, eso es jugar para Macri”, enfatizó.
Entre las numerosas preguntas que respondió, Solá se mostró partidario de “realizar una interna abierta en la que se debería aplicar el sistema d’Hont sin piso, para que todos tengan representación y los acuerdos preexistentes se mantengan después de la elección”.
Solá relató también su última reunión con Fernández de Kirchner, en la que sostuvieron una discusión franca y ambos coincidieron en la necesidad de mantener unida a toda la feligresía peronista, porque si no fuera de esta manera, el triunfo estaría lejano.
Entre los presentes en el ágape se pudo divisar al activo Roly Baró, uno de los mentores del encuentro; a Juan José “Pájaro” Salinas, que ofició como presentador del candidato; al exvocero de Néstor Kirchner, Miguel Núñez; a Martín García, expresidente de Télam; a Gabriel Fernández, conductor de La Señal Medios; a Lucrecia Cardoso, extitular del Incaa; a Patricia Barral; a Lorena García (que no es la hija de Martín, según aclaró ella misma); al secretario de Relaciones Sindicales del Sindicato de Prensa Buenos Aires, Santiago Magrone; y a los periodistas Martín Piqué, Luis Bruchstein, Julio Fernández Baraibar, Jorge Mancinelli, Mara Álvarez, Omar Quiroga, Hernán Brienza, Fernando Ferreira, Néstor Piccone y Oscar Tafetani. También estuvo presente el dirigente peronista Víctor Cantero.
Hubo otros presentes y algunos que por distintas razones no pudieron asistir, entre los que figuran Aldo Amura, Alberto Dearriba, Hugo Barcia y Edgardo Esteban.
En una fecha a designar aún, el próximo invitado a El Refugio será otro de los aspirantes a la presidencia, el gobernador puntano Alberto Rodríguez Saá.