"No voy a ser apéndice del Gobierno nacional, ni tampoco la pata no peronista del Gobierno; ni voy a ser un apéndice del justicialismo, ni de los partidos tradicionales. No lo he sido hasta aquí y no lo seré", disparó Aníbal Ibarra en declaraciones radiales que hizo durante el fin de semana, en las que se refirió a su idea de construir una fuerza propia de centroizquierda, su estrategia de cara al 2007 y su zigzagueante alianza con el kirchnerismo.
Ibarra aseguró que no le gusta la palabra "ibarrismo" porque, según explicó, "esto del culto a la personalidad, la verdad que no va con mi estilo, ni de vida, ni de la política".
Al hablar de su construcción de centroizquierda, explicó: "Lo importante es que vamos a trabajar con objetivos y que en esa construcción o en ese trabajo no seamos sectarios. No pensar que sabemos todo, y que los demás son todos feos, sucios y malos, porque me parece que esa visión sectaria de la política, de la Argentina en general, nos ha traído muchos problemas. No quiere decir juntarse con todos y de cualquier manera, pero hay que tener una estrategia y ser amplio en esa construcción".
Explicó que "hay mucha gente con la cual se puede trabajar, compartir objetivos dentro del justicialismo, también dentro del radicalismo, y esto es lo que yo llamo de alguna forma tratar de romper las barreras de los partidos políticos para buscar lo mejor de cada uno".
Finalmente, adelantó que no irá a la marcha para reclamar seguridad que convocó Juan Carlos Blumberg. El jefe porteño declinó participar "porque es un demanda hacia la dirigencia; cualquier presencia de dirigencia política puede interpretarse como un intento de manipulación. Me parece que esto tiene que quedar en todo caso limpio de cualquier posibilidad de especulación o de intento de manipulación política.