Nadie se hace cargo del problema de las napas saturadas

Nadie se hace cargo del problema de las napas saturadas

En algunos barrios porteños las napas freáticas se saturaron y en los subsuelos de algunas casas y edificios el agua empezó a aparecer. Los vecinos reclaman una solución. El Gobierno porteño culpa a la empresa Aguas Argentinas y la empresa a cargo del servicio público deslinda responsabilidades. La Defensoría del Pueblo de la Ciudad elevó pedidos de informes tanto para el Poder Ejecutivo como para la empresa privada. Por otra parte, en el barrio de Caballito denunciaron que salía agua con materia fecal de las canillas


En los barrios de Monte Castro, Villa Devoto y Villa Real de la Capital Federal, los vecinos están teniendo problemas por las subidas de las aguas de las napas freáticas, que inundaron los subsuelos de sus casas y edificios.

Los vecinos perjudicados elevaron, a principios de 2001, sendas cartas a documento al Gobierno porteño y a la empresa responsable del suministro de agua potable, Aguas Argentinas, pero no obtuvieron respuesta a sus problemas. El Gobierno de la Ciudad responsabilizó a la empresa y Aguas Argentinas, a su vez, deslindó culpas argumentando que, como las deficiencias no se generaban en las redes de la compañía, el problema no les correspondía.

Ante la falta de respuestas, los vecinos se reunieron la semana pasada en la sede de la Asociación Mutual Eslovena Triglav para tratar de encontrarle una solución al problema. Pero se toparon nuevamente con los mismos argumentos por parte de la empresa de agua potable y de los entes controladores.

El Defensor del Pueblo adjunto de la Ciudad, Gustavo Lesbegueris, que estuvo presente en las reuniones, dio cuenta de la indignación de los vecinos tras la falta de respuestas concretas del Gobierno y de Aguas Argentinas para solucionar el problema.

"El estado de los subsuelos de algunos edificios es desastroso, como sucede en las instalaciones del club de la Asociación Mutual Eslovena Triglav, donde se tuvieron que suspender varias de las actividades que se brindaban y el club perdió unos 350 socios. Incluso, el agua parecía asomar por debajo de las baldosas del club", apuntó Lesbegueris.

La Defensoría de la Ciudad dirigió el miércoles pasado varios pedidos de informes dirigidos a Aguas Argentinas, a la Secretaría de Obras y Servicios Públicos porteña, al Ente de la Ciudad y al ETOSS. "También estamos preparando una investigación, recopilando datos y elaborando un nuevo informe para tratar de encontrarle una solución a este problema", manifestó a NOTICIAS URBANAS el defensor adjunto porteño, quien reveló que en la Asociación Triglav, los vecinos tuvieron que colocar cuatro bombas para desalojar el agua e impedir que suba.

El problema no es nuevo, ya que hace varios años que afecta a una parte del Gran Buenos Aires, pero estos son los primeros indicios en Capital. Y la situación promete agravarse y perjudicar a más familias. Lo peor para los vecinos es que, tanto desde Aguas Argentinas como desde el Gobierno porteño, quienes tienen que solucionar el problema se pasan la pelota y deslindan responsabilidades. Y el agua sube.

AGUA CON CACA

Otra queja se adjunta al problema de las napas. En Caballito, el último fin de semana, algunos vecinos denunciaron que de las canillas vertía agua con materia fecal. "El olor del agua en todos los edificios era insoportable", señalaba una vecina en diálogo con Radio La Red. "Aguas Argentinas, después de quince horas, nos contestó que el problema era en toda Capital Federal, y que provenía de la planta San Martín, ubicada en el Riachuelo", comentaba la mujer.

Desde Aguas Argentinas respondieron que el problema existió, pero que en todo momento el agua que se brindó fue cien por ciento potable. "El viernes a la noche hubo una bajante importante del Río de La Plata que trajo como consecuencia el ingreso del agua cruda a nuestras plantas, que no es de la calidad habitual. Esas aguas vienen con algún sabor por arrastre de algunos elementos, pero hicimos todos los controles y el agua es absolutamente potable", explicaba al mismo medio una empleada de la empresa.

"Lo que tiene el agua cruda es el problema estético del olor y del sabor, y es algo turbulenta. Complica pero no trae ningún problema para la ingesta en caso de que la gente la quiera beber", aducía la empresa. Pero el problema existió y los vecinos de Caballito aseguran haber dispuesto todo el fin de semana e incluso parte del lunes pasado de agua turbia, de color marrón y con un olor insoportable, aunque para Aguas Argentinas fuera totalmente potable.

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