"El humor negro es reírse de lo que no se debe"

"El humor negro es reírse de lo que no se debe"

Con New York y El secuestro de Isabelita, ambas en cartel, pone el dedo en la llaga en temas espinosos, como la lucha armada en los 70 y la falta de comunicación en las familias. Habla el autor.


"Escribí New York en 2000 y la estrenó Villanueva Cosse con Juan Palomino y María José Gabin, en el Payró en 2003. Se hizo mucho en el interior y es una de las obras mías que más me gustan. Esto no significa que sea la mejor o la peor sino que le tengo mucho cariño. Se hicieron muchas versiones pero siempre me había quedado con ganas de hacer lo que creía que había que hacer con esa obra, que nadie lo había hecho. Ojo, esto desde mi perspectiva. No soy de los que creen que el autor es quien mejor puede dirigir sus obras. La rescaté y suponía que, habiéndola dirigido en 2003 Villanueva Cosse, un director con un nombre muy fuerte, debía pasar un tiempo para hacerla."

"Isabelita es de 2005 y toma un tema que la narrativa y el ensayo han tocado y analizado, que fue la lucha armada de los 70, de manera crítica, pero sin caer en la tentación de un discurso único, de ?todo lo que hizo la guerrilla estuvo bien?. Hace tiempo que se permitieron cuestionar esto los libros de Caparrós y Lanata. Pero esto no existía en el teatro y menos que fuera tratado desde el humor. Por eso la dirijo, y no creo que en el futuro se la dé a alguien, porque si la monta un director obcecado, la puede hacer reaccionaria, ridiculizando a los personajes y haciéndome decir algo que no digo."

Impasse 1: El bar de la Moncloa nos recibe. Dalmaroni pide ir afuera, ?así puedo fumar?. Habla con voz gruesa y clara. Son deliciosas e ilustrativas las ejemplificaciones que hace para explicar situaciones.

"New York trabaja sobre el lenguaje para mostrar, de alguna forma, cómo puede ser vaciado. No decir nada cuando decís mucho. Una periodista del suplemento ?Las 12?, de Página/12, se enojó y dijo que se tomó con liviandad una violación. En realidad el tema de la violación es una excusa para hablar de una familia donde se la pasan diciendo que las cosas hay que hablarlas pero que, cuando alguien tira una bomba, se ponen anteojeras y van para adelante. Esa periodista dijo que era ?misógina y machista?. Yo le contestaría que el feminismo nació en 1963 y que, en la actualidad, las minas se mueren por hacerse las tetas, como mínimo, lo que te da la pauta de que, como movimiento, fracasó. Sin contar que las minas son más machistas que los hombres. Además, si los personajes femeninos de New York están denigrados, ¡los masculinos peor! Tenés a un violador hijo de puta y a un sordo que no protege a su hija. Cuando tenés una mirada sesgada, ves sólo lo que querés mirar."

"Con Isabelita sólo una pareja militante de los 70, que se tuvo que exiliar, se ofendió porque se hiciera humor con ese tema. Incluso, cuando alguien les mencionó a Capusotto y su personaje Bombita Rodríguez, dijeron que era horroroso y que lo que hacía era terrible. Pero hasta ahora fue sólo esta pareja, que no pudo permitirse digerir lo que pasó con humor. Por otro lado, Marcelo Piñeyro, que fue militante, se descostillaba de la risa y me dijo: ?Me pasó lo que decís en la obra?. Capaz que la gente es más educada, se va a la mierda y no te putea. Igual, hay un sector directamente involucrado."

"Si pienso en los hijos de desaparecidos, algunos lo van a poder digerir y otros no. Me encantaría que el matrimonio presidencial viniera a ver Isabelita. No me lo imagino, no porque no les interese, sino por cuestión de agenda. Sé que no les molestaría para nada y podrían vivirlo con cierto humor. No la conozco tanto a Cristina, pero Néstor es un tipo con mucho humor. Viví en Río Gallegos cuando él era intendente. No vendrían ingenuamente a ver la obra sin saber que el director es peronista, que apoya a este gobierno y ?es del palo?. Además, mi militancia política es pública. Me conformaría con que viniera Daniel Filmus, un tipo al que valoro, o Aníbal Fernández. También me gustaría que la vieran algunos comunicadores. Y ver qué les pasa tanto a un Víctor Hugo como a una Magdalena."

Impasse 2: Hablamos de política, conductas sociales y teatro al mismo tiempo. Dalmaroni tiene una pluma en la que el humor negro y corrosivo es parte fundamental de su obra. No le teme a la polémica sino que busca que se despierte un poco el debate de algunos temas.

"Puede ser que haya cierta cosa de ?con esto no se jode?. Con los desaparecidos, holocaustos varios, etcétera. El humor negro es hacer humor sobre lo que no se debe. Pascualino siete bellezas, de Lina Wertmüller, es un grotesco. El gran dictador, de Chaplin, hace humor sobre Hitler, pero alguien se podría ofender porque está ridiculizando a un tipo que fue un jefe de Estado y que mató a seis millones de personas. ?De Hitler hay que hablar en serio. No se puede alivianar la cuestión y bla, bla, bla.? ¿Pero alguien va a dudar de la ideología de Chaplin?"

"Soy directivo de Proteatro y se subsidia a 93 salas teatrales. Y hay un montón que no piden subsidio. Si en cada sala hay cuatro o cinco espectáculos por semana, tenés casi 500 espectáculos por año. Si debiera haber un proceso de selección natural, lo hay y es cuando una obra dura dos meses en cartel. Si hay una impresión de ?cualquiera hace teatro?, eso no es privativo del teatro. Una amiga diseñadora gráfica dice: ?Levantás una baldosa y te aparece un diseñador gráfico?. Lo mismo dice un fotógrafo de su profesión y hasta los periodistas. Toda actividad que no tenga regulación es regulada por el público."

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