Todos los días a partir de las cuatro de la mañana comienza la distribución de alimentos para brindar el servicio de comedor en hospitales y escuelas públicas de la Ciudad. Pero este lunes el reparto no se inició.
Los trabajadores gastronómicos vinculados a las empresas concesionarias del servicio alimentario en el área de Salud y Educación decidieron suspender la entrega de raciones como medida de fuerza para fortalecer el reclamo de un aumento salarial del 23%.
La medida alcanza a todas la empresas distribuidoras y afecta al total de los hospitales porteños y a las escuelas que entregan alimentos a sus alumnos.
En opinión de los empleados del sector, los precios que la administración comunal paga a las empresas por cada desayuno y merienda (0.88 centavos) y almuerzo y cena (3.51 pesos) permitirían brindar el aumento que reclaman.
Actualmente el salario promedio ronda entre los 980 y 1030 pesos.
Y mientras los trabajadores paran, las tripas crujen.