Con una inflación acumulada que, aunque pareciera desacelerarse unos días antes de Navidad, fue muy alta, el consumo de los argentinos sigue cayendo mes a mes y las fiestas de fin de año encuentran a muchas familias revisando sus prioridades de gastos. Este diciembre llegó con cambios significativos en las costumbres de consumo.
Bebestibles demasiado lejanos
En los hogares, muchos cambiaron el champagne por la sidra. Otros, decidieron brindar directamente con sus tragos habituales. También está el que cambió el supermercado de barrio por un mayorista para encontrar mejores precios. Otros, comenzaron a dividir los gastos de lo comprado. En la oficina o con amigos, organizaron un juego de amigo invisible para comprar un regalo cada uno. El Pueblo se las arregla para no ser derrotado por la adversidad en tiempos de crisis económica.
Según un informe realizado en el primer semestre de 2024 por el INDEC, el 52,9 % de la población se encuentra bajo la línea de pobreza. Mientras tanto, el gobierno actualizó el salario mínimo para diciembre con una diferencia de un poco más de $8000. Un aumento insuficiente ante al constante aumento de los precios.
Axel Ezequiel Arias tiene un Magíster en Economía Aplicada y es integrante del Centro de Estudios Renacer Argentina. En este espacio, generan propuestas que sirvan como aporte a la construcción de soluciones para los problemas de nuestro país, a través de propuestas e informes. Mediante un índice realizado en conjunto con la Universidad Nacional de San Martín, demostraron que durante el tercer trimestre de 2024, el 55% de los comercios sufrió una importante caída en sus ventas, en comparación con el segundo trimestre del año. Esto generó que los comerciantes llegaran con serias complicaciones a las fiestas.
“La mitad de los comerciantes nos comentó que tenían una ilusión de mejora, porque confiaban en que en la época de las fiestas iban a levantar las ventas, mientras que la otra mitad creía que iba a ser igual o peor”, aseguró Arias.
Por el contrario, mediante un comunicado de prensa, la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) dio a conocer un informe donde indica que las ventas minoristas navideñas subieron solo 1%, a pesar de las ofertas. El 86,2% de los comerciantes encuestados accedieron a incluir promociones, pero éstas no fueron suficientes para hacer repuntar la venta de los comercios de pymes. Estos datos surgen entre el lunes 23 y el martes 24 de diciembre en 240 comercios pymes del país.
Los productos más vendidos se encuentran en el rubro de calzado y marroquinería, seguido por las ventas de cosmética y perfumería. El ticket promedio se ubicó en $36.165, mientras que el más bajo fue para las librerías, con un valor de $30.069. En juguetería, en cambio, las ventas cayeron 1,9%, a precios constantes frente a la misma fecha de 2023. Además del contexto económico, éste es un negocio que compite con el rubro tecnológico y su constante crecimiento a la hora de regalar a los niños. En la era de redes sociales, los padres que pueden y así lo deciden, prefieren comprarles a sus hijos regalos que contengan tecnología, desde edades tempranas.
Es evidente que los argentinos deben ajustar severamente su presupuesto o buscar alternativas para cubrir sus necesidades básicas. El economista resaltó que la pérdida del poder adquisitivo es evidente, lo que afecta al consumo y traslada los gastos de la gente principalmente a productos de primera necesidad. Según el estudio, indicó que “en las ventas de supermercados de octubre de 2024, el 46,3% pagó con tarjetas de crédito, mientras que el 43,2% pagó al contado, ya sea en efectivo o con tarjeta de débito”. Agregó que, si se compara con el mismo mes del año pasado, el 38,3% de las ventas se pagó con tarjeta de crédito y el 55,4% al contado. Estas estadísticas dejan en claro lo difícil que es para el Pueblo financiar sus propias necesidades básicas de consumo y que cada vez eligen más medios de pago.
Ahora bien, en cuanto a los comerciantes, aseguró que entre la caída de ventas y el aumento de costos, el bolsillo de los comerciantes también aprieta. “Para el 38,3%, el costo más alto que tienen es el alquiler y para el 11,7% son las tarifas de servicios públicos”, planteó. Al ser gastos que los comerciantes no pueden manejar, ya que son factores externos, el Magíster en Economía reveló la respuesta de los comerciantes cuando les preguntaron qué le pedirían a un funcionario público para que mejore la situación. “El 46,6% nos contestó que necesitaban que les bajen los impuestos, mientras que el 34%, solicitó que se impulse el consumo”.
Es probable que en estas épocas de fiestas los productos que sirven para regalo tengan un crecimiento de ventas frente a meses anteriores, ya que la situación venía desfavorable. Arias remarcó que la apertura a las importaciones y el ingreso de productos como juguetes, electrónica e indumentaria afectó a los productores locales. “Para quien sólo se dedica a la venta, sin producir, ve una oportunidad en la importación de productos, ya que puede ser más barato. Para el sector manufacturero es distinto, porque el crecimiento de los costos para producir, principalmente los de las tarifas, en un contexto económico que los hace menos competitivos, la apertura total de las importaciones los puede afectar gravemente”, explicó.
Por último, comentó que los comerciantes comenzaron a recurrir a otros medios de venta, como los electrónicos, ya sea por redes sociales o por medio de webs de ventas. “Un poco por la caída del consumo y otro porque están cambiando los hábitos de compra, los comerciantes buscan llegar a otro público”, remarcó.
Para Navidad, se vieron infinitos descuentos y ofertas según los medios de pago, además de la posibilidad de pagar en cuotas. Esto es una forma de permitirle al consumidor que acceda a diferentes productos a través de distintos tipos de pago. “Lo principal es tener en cuenta que a la gente le cuesta bastante más gastar en ocio o para hacer regalos, así que va a ser fundamental tratar de proponer precios razonables, para que la época ayude a que reactive el consumo. Aunque todo no depende del comerciante, sino también del contexto”, finalizó.
Las fiestas de fin de año en Argentina se ven ensombrecidas por un contexto económico cada vez más complejo. A pesar de que los datos indican una leve desaceleración de la inflación, la realidad que viven los argentinos es muy distinta. El aumento constante de los precios, la pérdida del poder adquisitivo y la caída del consumo son una clara señal de que las políticas económicas implementadas hasta el momento no están dando buenos resultados.
Si bien el gobierno asegura estar tomando medidas frente a esta situación, es fundamental que asuman su responsabilidad. Se necesitan políticas claras y consistentes que combatan la inflación de raíz, fomenten la producción y generen empleo. La situación actual exige un cambio de rumbo y un mayor compromiso para promocionar el bienestar de todos los argentinos.