Filosofar, luego existir

Filosofar, luego existir

Juan “Bebe” Ricci plantea que se debe reeditar un Congreso de Filosofía, como aquel del que surgió La Comunidad Organizada, en 1949.


Cuando los hombres que guardan afinidades se reúnen para pensar juntos un destino común, surge lo inesperado. En ese camino, un grupo de mutualistas pensando en clave filosófica es una sorpresa, aunque no tanto, si se lo piensa bien.

Al fin y al cabo, el “amor a la sabiduría” cruza todos los órdenes de la vida y no sólo a la academia. En efecto, en algunas reuniones de la Federación de Mutuales del Oeste de la Provincia de Buenos Aires (FEMOPBA), que agrupa a unas 20 mutuales y a 20 cooperativas surgió el tema. Quizás no fue nombrado Aristóteles en esa circunstancia, pero sí fue aludido el General Perón.

Juan Eugenio “Bebe” Ricci, que forma parte de FEMOPBA, relató a Noticias Urbanas que “en el curso del tiempo nos juntamos muchas veces y en las charlas con otros grupos surgió el análisis de la doctrina peronista. Hay una relación histórica entre los movimientos populares y los partidos. Piense usted que, para Hipólito Yrigoyen, los radicales eran, en principio, una Unión Cívica. Y la palabra Radical no aludía a la acepción europea del término -que nombre a algo extremo-, sino a la raíz, a la raíz de la Argentina, a lo que surge de nosotros”.

“Perón decía: nosotros no sabemos lo que quiere el Pueblo, no tenemos esa soberbia de decirnos sus representantes, como la izquierda. En los últimos 40 años de democracia no se generó la institucionalidad para que se exprese y se reúna el Pueblo. No hay espacios que permitan que la voluntad del Pueblo se exprese directamente. Porque el Pueblo no debe delegar su representación. La Constitución del ‘53 expresa que la representación será indirecta. Nosotros no estamos de acuerdo”, agregó el mutualista.

“La Constitución de 1949, que fue derogada mediante un decreto por la dictadura que asaltó el poder en 1955, junto con la firma de los Acuerdos de Bretton Woods, que incorporaron a Argentina al FMI, aclaraba expresamente que el Pueblo no delegaba su representación. En el Congreso de Filosofía de Mendoza, que también se realizó en 1949, Perón dijo que el poder lo tiene el Pueblo y que no lo delega porque es intransferible. Ésa es una contradicción insalvable: el peronismo representa una democracia directa en un sistema representativo indirecto. Por eso es el hecho maldito…Nadie puede reemplazar la expresión del Pueblo Argentino. Perón se dio cuenta de que en el Congreso de Filosofía, se debía legitimar la representación directa, se debía cambiar la cultura”, manifestó Ricci.

Como para explicar el dilema, el mutualista trae a colación al pensador francés Michel Foucault, que “en los ’60 dijo que entre la imagen y su representación hay una no-relación. El sistema de la razón y el sistema de la visión son sistemas distintos. Además todo eso lo expresa el lenguaje, que es un tercer sistema. Ése es el gran aporte de Foucault, que alguna vez dijo por eso que ‘nunca vamos a dar una imagen exacta, es como una guerra de tiro al dardo’. Por eso, la política es una lucha por la verdad”.

“Volver a organizar un Congreso de Filosofía, como en 1949, 73 años después, no sería sólo para filósofos, sino para que el Pueblo se piense a sí mismo. Cuando las palabras nombran lo que no se dice, significa que el Pueblo está filosofando. Deberíamos organizar una multitud de encuentros. El obispo de San Isidro, Oscar Ojea, siempre dice que ‘hay que producir encuentro’, muy en la línea del Papa Francisco” puntualiza Ricci.

“Nosotros necesitamos que el Gobierno promocione el encuentro, para que todos los colectivos se expresen, para que el Pueblo exprese lo que quiera decir y nadie puede decir por él. No nos podemos seguir llamando peronistas si no promovemos la expresión del Pueblo. Eso nos empodera, porque el encuentro es una alegría, una potencia. El Gobierno necesita poder y no al FMI. ¿Por qué no recurre a la potencia del Pueblo?”

El mutualista recuerda a este cronista en tono admonitorio que “el 17 de octubre de 1945 todo estaba en contra de Perón, pero la irrupción del Pueblo cambió la historia”.

Finalmente, Ricci plantea que “la comunidad organizada que proponemos devuelve a la persona su dignidad, que siempre es social. Al mirarse a sí mismo en su propia dignidad, encuentra una fuente de alegría, como dice el Papa Francisco. Además, del Congreso de Filosofía se obtendría una valiosa información sobre el destino que el Pueblo quiere para sí mismo y la conferiría una gran potencia a quien fuera el depositario de ese mandato. Al fin y al cabo, se trata de ponerle en pecho y todo el cuerpo a la verdad, que siempre es política, como los presos…y los precios”.

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