En relación al debate en torno a la despenalización de la marihuana, el secretario de Pensamiento Nacional, Ricardo Forster manifestó que “la droga no es una problemática sencilla ni de respuesta transparente; está mezclada por muchas cosas, desde el funcionamiento de las fuerzas policiales, lo que implica la relación entre droga y delito. Si lo pensamos en dirección de libertades públicas, se impone la despenalización”.
En ese sentido, señaló que “todos los mecanismos coercitivos han tendido a violentar a los consumidores y no a aquellos que han hecho negocios con el narco”.
“Es importante que la sociedad lo pueda debatir en ámbitos democráticos, es un momento donde la madurez se tiene que imponer al prejuicio y hay que tener una salida a lo represivo”, se impuso el flamante funcionario.
Asimismo, continuó: “Pensarlo desde la lógica represiva es un enorme error, incluso por lo que han significado a lo largo de estos años esas políticas que les han dado a los policías un poder discrecional tremendo”.
“La prohibición genera un aumento exponencial de la clandestinización del negocio y sus consecuencias.
En todos los países donde la prohibición es muy dura, aumenta la delincuencia y la vuelve más brutal y violenta. Después de tantos años de la retórica represiva, hemos retrocedido. Es cuestión de mirar las estadísticas y lo que está sucediendo en algunas zonas de la sociedad, encontrar algunas alternativas y dar debates”, indicó el intelectual.
En cuanto a la propuesta de Sergio Berni de estudiar la posible despenalización, Forster explicó que “Berni es alguien que ha venido trabajando fuertemente en el tema y es razonable lo que está señalando, sobre todo cuando uno ve las consecuencias de un aparato desplegado para evitar el narcotráfico y logran resultados totalmente diferentes”.
“Avanzar hacia la despenalización se muestra como un instrumento importante siempre y cuando vayan acompañados por educación y atención social, entre otras cosas. Estoy de acuerdo con la despenalización porque la hipótesis represiva no ha logrado nada”, aseveró.
En ese sentido el funcionario explicó que “el Congreso puede ser un ámbito más que importante y lo mismo pasa con distintos ámbitos públicos. Las sociedades que no discuten problemas de su vida cotidiana carecen de fortaleza democrática. En algún momento alcanzaremos la madurez para discutir la despenalización del aborto, tarde o temprano la madurez de la sociedad lo impone como agenda fundamental”.
“Si queremos imaginar una sociedad mejor estructurada, capaz de conocerse más profundamente y resolver problemas gravísimos, hay que tener la capacidad de abrirse a discusiones fundamentales. No es lo mismo un heroinómano que alguien que fuma un cigarrillo de marihuana. El alcohol tiene consecuencias en la vida cotidiana y sin embargo, hay un manto de protección en algunas y de demonización en otras”.