Las facturas de gas que corresponden al consumo de la época más fría del año están llegando a manos de los consumidores. Y algunos de ellos se están encontrando con una ingrata sorpresa: viene con un fuerte aumento.
Existen casos en los que los incrementos superaron el 700 % en relación al bimestre anterior, según informa el diario El Cronista.
Según relevó Clarín, dos tercios de los hogares de Capital y el Conurbano en el invierno de 2014, uno de los más benévolos que se recuerden, habían logrado consumir menos gas que en el de 2013. Así evadieron, total o parcialmente, la fuerte quita de subsidios dispuesta por el Gobierno. Pero este invierno, para volver a evitar el tarifazo, la gente debería haber consumido otro 5 a 20 % menos de gas que en el “cálido” invierno de 2014, algo muy difícil. Allí estaría parte de la explicación de los aumentos.
El Cronista refiere el caso de un usuario del barrio de Caballito, en la Capital Federal, que recibió una factura con un incremento de un 790 % respecto del bimestre anterior: de $ 172 para el período abril-junio pasó a $ 1.360. En este caso, de todos modos, también se habría producido un aumento en el valor del metro cúbico de gas. Esto ocurre cuando por el volumen consumido se cambia de categoría de usuario y se pasa a otra en la que el fluido es más caro.
En declaraciones citadas por El Cronista, la defensora del Pueblo de La Matanza, Silvia Caprino, explicó que el problema se genera por una incorrecta interpretación de la Resolución 226/14 que establece un esquema que apunta a que se consuma de modo racional el gas natural. “La resolución especifica que para mantener el precio de la tarifa había que hacer una reducción del consumo del 20 %. Para este año, sigue en vigencia la misma normativa pero volver a bajar ese porcentaje por segunda vez es muy complicado”. La gente trata de no usar el gas, pero es muy difícil para quienes ya viven al límite de su uso”, manifestó Caprino.