Luego de la fuga de 13 presos de máxima seguridad de la cárcel de Ezeiza, el ex director del Servicio Penitenciario, Víctor Hortel – que presentó su renuncia tras lo ocurrido- aseguró que el hecho fue “una factura del servicio por el proceso de transformación” que llevó adelante desde que asumió ese cargo.
“Iniciamos la gestión en términos de un compromiso claro con los Derechos Humanos, la dignidad, la inclusión, la ampliación de derechos en el contexto del encierro, al igual que lo hace el gobierno hacia afuera. Se trata de una pelea cultural terrible por los espacios de poder en el marco del proceso de democratización de la fuerza. Pero el núcleo duro del SPF no quiere perder los negocios, las prebendas”, explicó durante una entrevista con el diario Tiempo Argentino.
Además, aseguró: “Las fotos del boquete evidencian que eso no se realizó en un día. Hay varios celadores en turnos de guardias que no efectuaron los controles en los lugares de alojamiento. Ni jefes que hayan supervisado esa tarea. El grosor de lo que han armado, eso no se puede hacer manualmente ni con una cuchara, se necesitan herramientas y esas herramientas aún no aparecieron”.
Tras su renuncia, este miércoles asumió en su lugar Alejandro Marambio. Desde algunos sectores pidieron que se revise su designación.