La cumbre opositora en Recoleta tuvo el miércoles su momento más tenso, cuando sentado en la cabecera de la mesa, el gobernador de Jujuy y jefe de la UCR, Gerardo Morales, tomó la palabra y negó ante sus socios que haya participado de un supuesto pacto con el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, por las designaciones en el Consejo de la Magistratura.
Tras atravesar unas horas de furia por las versiones que difundió el diario Clarín sobre una supuesta negociación secreta con el kirchnerismo, Morales se desahogó ante sus aliados y dijo que era víctima de una jugada para desprestigiarlo. Subrayó que la información era falsa y que desmentía rotundamente esos trascendidos.
Con el semblante serio, Mauricio Macri le agradeció a Morales su explicación y se solidarizó con él, pero le reprochó que haya acusado al sector más duro de Pro por la supuesta “operación mediática. Pongamos todo sobre la mesa”, le espetó.
De inmediato, el jujeño se desentendió de la acusación y le dijo que prefería que siguieran esa charla en privado. Ante la atenta mirada de Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, Macri le aseguró a Morales que no hubiera podido hacer esa maniobra ni siquiera cuando estuvo en el poder y que su gestión abogaba por respetar la libertad de expresión en los medios. En rigor, buscó aclararle que no tenía capacidad de fuego para llegar a la tapa de los diarios.
Sin embargo, según La Nación, le pasó factura porque, apenas se levantó por la mañana, se había anoticiado a través de dirigentes leales que Morales responsabilizaba al sector de los “halcones” por la difusión de la versión sobre un supuesto pacto con Massa. Le pidió que no construyera visiones conspirativas y le recomendó que sea cauteloso a la hora de tratar con el tigrense.
Los radicales relativizaron el intercambio entre Macri y Morales. Estaban indignados con una jugada que, entienden, tuvo como objetivo tensionar y generar una fractura en Juntos por el Cambio.
Macri, según contaron fuentes de JxC al diario La Nación, también alertó a sus socios sobre la necesidad de tomar distancia y ser cuidadosos en el vínculo con Massa: “Te quiere enredar en una telaraña”, soltó.
El expresidente desconfía desde hace tiempo de los movimientos del tigrense, a quien apodó “ventajita”. Por eso, le provocan escozor sus diálogos con Larreta y Morales.
Estuve en @radiomitre dialogando y desmintiendo la información falsa que circuló sobre mi y la @UCRNacional con respecto a las designaciones en el consejo de la magistratura. pic.twitter.com/1iVveKKbKU
— Gerardo Morales (@GerardoMorales) April 27, 2022
Frente a los asistentes, Morales aclaró que ya no pretende incorporar al tigrense a JxC y remarcó que nunca ocultó su amistad con el titular de la Cámara de Diputados. “Yo cuando pensé que había que sumarlo lo dije de frente y fui a una convención de mi partido y trabajé para eso. Acá hay testigos”, apuntó, al recordar la histórica convención de la UCR en Gualeguaychú, en la que Ernesto Sanz logró imponer su plan para aliarse con el Pro.
Sin embargo, resaltó que su relación con Massa ya no es la misma que en ese entonces. También repasó las votaciones en que los diputados jujeños se desmarcaron y acompañaron al oficialismo, para disipar las sospechas.
Rápida de reflejos, la titular de Pro, Patricia Bullrich, contrincante interna de Larreta por la candidatura presidencial, salió con lo tapones de punta: “Igual, hay que ser amigo de Massa”.
Enseguida, Larreta buscó distender el ambiente con una humorada: reveló con cierta incomodidad que el domingo pasado había estado en el estadio de Racing Club junto al periodista de Clarín, Ricardo Roa, quien publicó la noticia sobre un supuesto acuerdo entre Morales, Massa y Cristina por el Consejo de la Magistratura. El comentario del alcalde despertó una ola de carcajadas: “Ya está: fue Horacio el que filtró la información”, lanzaron. Macri lo miró a Morales y soltó: “¡Viste! Tenías que mirar para otro lado”.
Superado el trance por el supuesto pacto entre Morales y Massa, la cúpula de Juntos por el Cambio decidió salir a apoyar al jefe del radicalismo y solidarizarse frente a “una operación de envergadura. Negamos esta falsa información de manera rotunda e insistimos en que el cargo de la minoría en el Senado le corresponde a Juntos por el Cambio. Además, consideramos que este nivel de mentira atenta contra los valores democráticos de defensa de la verdad”.