Lo primero que se conoció fue que durante el fin de semana, el presidente de la Nación, Mauricio Macri, decidió echar de su cargo al procurador del Tesoro, Carlos Balbín, el funcionario que había pedido que se investigara el tema del Correo y que además es cercano a la líder de la Coalición Cívica-ARI, Elisa Carrió.
Ese fue el primer golpe que recibió Lilita, pero no el único. En reemplazo de Balbin, el Presidente de la Nación nombró un abogado que defendió a empresas del grupo Macri y que es cercano al dirigente radaical Ernesto Sanz y al titular de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti. Ambos enemigos jurados de la chaqueña.
Se trata de Bernardo Saravia Frías, que trabajaba hasta ahora en la Secretaria de Legal y Técnica del ministerio de Nicolás Dujovne.
Saravia Frías, vinculado al Bank Boston y exasesor de Fernando de la Rúa en el Senado, trabajó en la campaña presidencial de Ernesto Sanz.
Además, Saravia Frías tiene una estrecha relación con el titular de la Corte Suprema.
Apenas, Carrió lanzó su embestida contra Lorenzetti, casi todo el Gobierno salió en defensa del magistrado, así lo hicieron la vicepresidenta Gabriela Michetti, el diputado Pablo Tonelli y hasta el propio Macri.
El lunes, el abogado de Lorenzetti, Jorge Rizzo, aseguró que le iniciarán a Lilita una demanda millonaria.
