Desde noviembre las prepagas aumentarán el valor de su cuota un 15% y sumarán otro 10% en enero. Aunque hubo un acuerdo con el Gobierno nacional, en el que las empresas habían aplicado el último ajuste en diciembre del año pasado y fue del 12%, la Unión Argentina de Salud (UAS) ya había anticipado este nuevo incremento al Ministerio de Salud.
La suba en el precio de la medicina prepaga se otorgó a pesar de que las empresas prepagas estaban dentro del programa ATP, con el que pagan parte del salario de sus trabajadores y tienen además una reducción del 95% en las contribuciones patronales.
Cabe recordar que otro de los beneficios con el que contaban era que la alícuota más baja en el impuesto a los créditos y débitos.
Las empresas solicitaron estos aumentos ya que, indican, los costos este año aumentaron un 30% con lo que los valores de las cuotas quedaron desactualizados.
Otro de los puntos que aclaró la UAS la semana pasada es que “nos hemos encontrado con aumentos de hasta el 1.100% en medicamentos que deben administrárseles especialmente a los pacientes con covid, particularmente a aquellos con síntomas más graves que requieren una combinación de drogas para su tratamiento”.
Dado el incremento en la facturación de algunas prepagas, muchos socios decidieron desafiliarse de las mismas o cambiarse a planes más economicos, lo que ocasionó un impacto negativo para las empresas médicas. A propósito de esto, las prepagas deben informar a sus afiliados los aumentos con 30 días de anticipación.
Para que los aumentos se concreten falta la autorización de la Superintendencia de Servicios de Salud, ya que se trata de un servicio regulado por el Estado.