Los trabajadores de la gráfica Vulcano (Virrey Liniers 1437) siguen de vigilia en las puertas de la imprenta de Boedo. Es que la situación, desde fines de diciembre, no varió mucho: con más de dos meses de atraso salarial y una nula perspectiva de poder cobrar lo adeudado; los dueños, Fernando Blanco y Lorenzo Berriex, y el encargado de la empresa, Marcelo Gómez, prácticamente tragados por la tierra, y el lento estudio que los acreedores están haciendo de la propuesta de pago de los dueños llevan a que en estos días los trabajadores tengan que profundizar su pedido de solidaridad a la comunidad. “Recibimos, además, el apoyo moral, legal y económico de la Federación Gráfica Bonaerense, ya que hemos pasado, con la vigilia y sin trabajo, unas fiestas muy difíciles”, cuenta Daniel López, uno de los delegados del grupo. ¿La definición? Se espera que sea a principios de febrero, según confirmó a Noticias Urbanas Ricardo Sarmiento, otro de los delegados de los veinte trabajadores que quedan sosteniendo la imprenta, cuando Gerardo Santicchia, magistrado del juzgado civil y comercial número 19 –el mismo que se hizo cargo de la causa de la imprenta Donnelly Argentina– defina si la empresa va a la quiebra.
Quizás el episodio más tenso en la conflictiva historia de la imprenta Vulcano fue el intento de vaciamiento patronal de la noche del 23 de diciembre pasado, frenado, justamente, por la solidaridad de los mismos vecinos de Boedo y alrededores que siguen ayudando a los trabajadores, con comida y con dinero también.
“En estos días fuimos a ampliar la denuncia a la fiscalía número 22, para poder presentarnos como querellantes en la causa”, comenta a NU, Daniel López. “Mientras tanto, seguimos con la vigilia policial dispuesta por la Justicia y con nuestra vigilia”, precisa.
A la conferencia de prensa realizada el jueves pasado en Virrey Liniers 1437 acudieron legisladores porteños del Frente para la Victoria, como Lorena Pokoik; José Campagnoli, de Nuevo Encuentro; Eduardo Montes, referente del ministerio de Trabajo; Miguel Funes, diputado bonaerense del Frente para la Victoria, quien lleva tatuada en uno de sus brazos la cara de Néstor Kirchner, y los comuneros K Laura Corvalán y Raúl Sánchez. La idea que movilizó la convocatoria, según se expresó en este mismo medio, fue visibilizar el conflicto de la gráfica Vulcano, en días de fiestas y vacaciones, cuando las noticias suelen opacarse.
En tanto, la web de Establecimientos Gráficos Vulcano, www.vulcanoargentina.com, en su versión en castellano y en inglés, sigue instando al público a la compra. Sostiene, de entrada, que se trata de la mejor calidad en productos de oficina y escolares. En cuanto a su historia, la web narra que la empresa tuvo sus comienzos por “1957, cuando su presidente, don Andrés Roque Blanco, quien aprendió el arte de la encuadernación con los padres salesianos en su provincia de origen, Tucumán, viajó a Buenos Aires donde comenzó con un pequeño taller de imprenta y encuadernación.
”En 1973, después de varios traslados (calle Magallanes en La Boca, luego Pichincha y Rioja), edifica en la calle Virrey Liniers 1437 de Capital lo que es hoy su base industrial y comercial.
”En 1994 –continúa el documento– se produce una importante ampliación de la fábrica: la compra del edificio situado en Virrey Liniers 1441, la importación de maquinaria nueva para la fabricación de carpetería y la adquisición de materia prima en el mercado nacional e internacional. Provee al mercado materiales para cubiertas y guardas de libros, agendas, carpetas, packaging de calidad, passe-partouts, artículos de escritorio, etcétera”.
Por último, se indica que es “costumbre” de la empresa “presentar anualmente sus nuevos productos, además de los habituales, en la feria Expolibrería, donde agradece la visita de miles de personas, especialmente a los 1.500 clientes fieles a sus productos”. Hoy, como están las cosas, la realidad de Establecimientos Gráficos Vulcano dista mucho de esas líneas, que son, a esta altura, una expresión de deseo.
“Vinieron a hacer notas de varias radios, de la TV Pública, de Crónica. Lo peor que nos puede pasar es que se olviden de nuestra situación”, dice Daniel. Y Ricardo agrega: “Nuestro único objetivo es permanecer en la lucha para poder alcanzar el otro, la cooperativa”.