Los movimientos populares tienen este domingo como su principal fecha para peregrinar/movilizar en favor de las 3T: Techo, Tierra y Trabajo.
Con Esteban “Gringo” Castro y los Misioneros de Francisco inician la peregrinación desde la Basílica de Luján al Santuario San Cayetano, en Liniers, con el lema “hermanos todos”. Terminan en Plaza de Mayo el domingo y una comitiva sigue a pie hacia Brasil.
En unos días se espera a 500 mil personas en el acto central del domingo en Plaza de Mayo. La mayor movilización del sindicato de los trabajadores de la economía popular, llamada por sus siglas UTEP, y que muchos medios apodaron “los Cayetanos”.
La peregrinación bajo el lema “hermanos todos” inicia este martes 2 de agosto, con una misa a las 10 de la mañana, en la Basílica de Luján y luego saldrán caminando hasta el Santuario en el barrio de Liniers.
Luján es la primera y única ciudad de nuestra patria que nació por la fe popular. La historia es muy profunda. Porque al milagro de la Virgen, ocurrida en el año 1630, a partir que su imagen se queda a orillas del río Luján se suma el Negro Manuel, un esclavo africano que terminó siendo su cuidador y desde ese momento el primer devoto e iniciador de su adoración. Manuel Costa de los Ríos había sido traficado de África hacia Pernambuco, Brasil, para luego ser trasladado como esclavo en servidumbre a los campos de Rosendo. Entonces Manuel le armó su altar, le encendió velas y hasta ungió con el sebo de su vela a los enfermos que buscaban salvarse, como ocurrió con el sacerdote Pedro Montalvo, quien al curarse de su mortal enfermedad se convirtió en el primer capellán oficial de la Virgen de Luján.
Durante 56 años, el Negro Manuel se quedó al cuidado de la Virgen y él pasa a la historia, de hecho en proceso de santificación en el Vaticano, como el “abuelo de la patria”, ya que el reconocido padre de la patria es el general José de San Martín, quien llegó 200 años después que el africano.
San Cayetano también se liga con las raíces de nuestra patria. Fue una mujer, santiagueña, llamada Mama Antula, en dialecto quechua, y oficialmente María Antonia Paz y Figueroa (1730 a 1799), quien trajo la imagen del patrono del pan y el trabajo. Mama Antula se había formado con los jesuitas, la misma congregación del Papa Francisco. Cuando fueron expulsado de América ella continuó con su legado. Entonces Mama Antula hizo algo único. Desde Santiago del Estero llegó caminando a Buenos Aires. Esa campaña evangelizadora, ella lo encomendó a la protección a Cayetano, un santo italiano que frenó una gran sequía ante el clamor de los campesinos que lo adoptaron como el patrono del pan y el trabajo.
“Las 3T son derechos sagrados”, sostuvo el Papa a los Movimientos Populares. “Vale la pena luchar por ellos”, los alentó Francisco.
Una comitiva de Misioneros de Francisco seguirá su camino hacia Brasil. Tienen como objetivo la basílica de Aparecida, en la Ciudad de San Pablo. Unir la Argentina y Brasil en momentos de crisis económica, política y social de ambos países. “Somos los piecitos de la Virgen y los zapatos de Francisco”, aseguran.