Guerra arancelaria golpea a Argentina: soja, petróleo y riesgo país en jaque

Guerra arancelaria golpea a Argentina: soja, petróleo y riesgo país en jaque

Las medidas del presidente de EE.UU, Donald Trump, ya impactan en el país.


Durante su breve estancia en Miami, Javier Milei se comprometió a suprimir todas las restricciones que obstaculizan el comercio con Estados Unidos. La meta del presidente argentino es lograr que Donald Trump revoque el arancel del 10% impuesto sobre todas las exportaciones locales, de la misma manera que se aplica a otros países sudamericanos. No obstante, esa limitación es un obstáculo casi trivial comparado con los efectos adversos que la guerra comercial desatada puede acarrear a la economía.

Argentina envió más de USD 6.400 millones a Estados Unidos el año pasado. Esta nueva tasa del 10% implica un impacto de USD 630 millones. Se trata de una cantidad prácticamente irrelevante para la economía, a pesar del efecto adverso que pueda tener en ciertos sectores o productos como el aluminio, el acero y otros bienes en menor escala.

Además, tampoco se cierra el mercado, sino que se encarece la exportación, aunque mucho menos que a casi todos los demás países del mundo.

La contienda comercial iniciada por Trump con su notable incremento de aranceles movió las piezas en el ámbito global. Las repercusiones inmediatas de esta estrategia ya representan un gran obstáculo para Argentina.

El miedo a una recesión global desencadenó una caída significativa en los precios de las materias primas. El petróleo, por citar un ejemplo, se desplomó un 7% y se encuentra casi en su punto más bajo desde la pandemia: USD 62 por barril. Asimismo, la soja experimentó una baja adicional del 3% debido a las expectativas de una disminución en la demanda internacional. El banco de inversión JP Morgan incrementó la probabilidad de una recesión global del 40% al 60%.

La disminución en los precios de las materias primas representa un gran reto para Argentina, ya que implica una reducción en los ingresos en dólares. Esto podría reflejarse, al menos en parte, en la actual liquidación de la cosecha de soja. Además, se anticipa un impacto negativo en el segundo semestre, que es cuando se prevé el mayor volumen de exportaciones de energía, dado que el país ya cuenta con un superávit en su balanza desde el año pasado.

Los países que exportan materias primas comenzaron a experimentar las repercusiones apenas unas horas después del anuncio. Al vender productos con menor valor en el mercado internacional, sus monedas sufrieron devaluaciones para mitigar ese efecto. Países como Sudáfrica, Chile, Colombia, Brasil y Nueva Zelanda enfrentaron caídas en sus monedas de entre el 2,5% y el 3% solo el viernes.

Exportaciones y reservas

Argentina se enfrenta a retos adicionales, por razones evidentes: el valor de las exportaciones se verá afectado, lo que impactará en las reservas, y las presiones cambiarias podrían intensificarse. Si los países emergentes experimentan depreciaciones en sus monedas, Argentina encontrará más difícil esquivar esta situación. La caída de los mercados globales, impulsada por el temor a una recesión, también plantea problemas adicionales para el Gobierno.

Al comenzar el año, las expectativas se centraban en una reducción del riesgo país a niveles de 400 puntos básicos, así como en un superávit fiscal y una disminución de la inflación.

Pero ocurrieron eventos. No solo este indicador clave no se desplomó, sino que repuntó a niveles superiores a los 900 puntos básicos, en un contexto de la retirada de inversores de todos los activos de riesgo. Los bonos en dólares también fueron afectados por esta situación.

Esto implica que la probabilidad de restablecer el acceso a los mercados financieros se ha alejado, lo que hace a Argentina más vulnerable y más dependiente del acuerdo con el FMI, así como de los próximos desembolsos del organismo que buscan fortalecer las reservas.

La relación estrecha con Estados Unidos será puesta a prueba en las próximas semanas. En primer lugar, dependerá de la presión que el gobierno estadounidense pueda ejercer sobre el directorio para aprobar el acuerdo, incluyendo un pago inicial significativo.

La negociación sobre los aranceles será otro gran desafío. Hasta ahora, las señales no han sido precisamente amigables. Trump no recibió a Milei, a pesar de su viaje relámpago para obtener un reconocimiento en su propia residencia privada en Mar a Lago.

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