Hasta el martes, los altos mandos del Gobierno estaban concentrados en otras cuestiones más apremiantes, como la sesión sobre los jueces de la Corte, que no resultó favorable, y la sesión especial en Diputados, donde también sufrieron un revés. Este miércoles, en la antesala de la huelga general que paralizará casi todos los servicios y el transporte, salvo los colectivos, cambiaron de rumbo: decidieron contraatacar en lugar de pasar por alto al triunvirato cegetista.
“Con la CGT mantenemos una buena relación. Para ellos esto es una campaña. Mañana se va a revelar la élite. Mañana se suman los aliados de Santoro”, indicaron desde Casa Rosada.
Milei, quien realizó un viaje sorpresivo a Paraguay para encontrarse con Santiago Peña, comenzó su jornada respondiendo a varios tuits de personas cuyas opiniones suelen interesarle, incluyendo algunos relacionados con la huelga. Además, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el portavoz, Manuel Adorni, expusieron la postura oficial.
No fue casualidad que Francos mencionara, con un tono que parecía amenazante, la temida reforma laboral que el oficialismo aún no ha logrado impulsar. “(Nuestra intención es contar con) una representación que nos permita avanzar en otras reformas que Argentina requiere. Somos conscientes de que las pequeñas reformas laborales que implementamos no son suficientes para resolver las dificultades que plantea el contrato y la ley de contrato de trabajo en Argentina”, afirmó, con desconfianza, el ministro coordinador.
Y atribuyó la huelga a esos planes del Gobierno: “Como mencionaba esa célebre filósofa griega (en tono irónico, refiriéndose a Cristina Kirchner), todo está conectado. La realidad es que la CGT decide hacer un paro porque anticipa reformas en este ámbito. Y cuando en el Congreso contemos con los números necesarios, volveremos a proponer aquellas reformas que planteamos en el DNU 70 y que fueron detenidas por una medida cautelar”, afirmó.
En la Casa Rosada se insistía en que se trata de un paro “político”, aludiendo a su supuesta inclinación partidaria. Esa fue la postura de Adorni: “Son unos irrespetuosos con la inteligencia de los argentinos, porque si se refieren al poder adquisitivo, nadie ha destruido tanto el poder adquisitivo como Alberto Fernández, a quien no se le realizó un solo paro”, comentó el portavoz.
Su asistente, Javier Lanari, quien también ejerce como su jefe de campaña “blue”, tuiteó dos veces sobre el asunto en menos de cinco horas. “El paro de la CGT no perjudica a Milei. Afecta a la gente. A los trabajadores que desean cumplir con sus labores”, afirmó. Milei replicó ese mensaje en X, junto a decenas de otros, referidos principalmente al acuerdo con el FMI. Lanari regresó al tema por la tarde. “El paro extorsivo de la casta sindical solo persigue mantener los privilegios del Club de los Audis blindados”, añadió en las primeras horas de la tarde.