El presidente ruso, Vladímir Putin, afirmó este viernes en una conversación telefónica con su homólogo chino, Xi Jinping, que está dispuesto a mantener “negociaciones de alto nivel” con Ucrania tras la operación militar que inició en ese país.
Por su parte, Xi Jinping, citado por la televisión estatal CCTV, aseveró que apoya que Kiev y Moscú “resuelvan sus problemas mediante la negociación”, y que Pekín “respeta la soberanía e integridad territorial de los estados”, si bien enfatizó que “es importante respetar las legítimas preocupaciones de seguridad de todos los países implicados”.
Durante la llamada con Putin, Xi dijo que era importante “abandonar la mentalidad de la Guerra Fría, dar importancia y respetar las preocupaciones razonables de todos los países en materia de seguridad, y formar un mecanismo de seguridad europeo equilibrado, eficaz y sostenible mediante negociaciones”.
Según los medios chinos, Putin defendió las razones por las que Rusia lanzó una “operación militar especial” y dijo a Xi que tanto la OTAN como Estados Unidos habían “ignorado durante mucho tiempo las preocupaciones razonables de seguridad de Rusia”.
El mandatario ruso aseguró a Xi que estaba dispuesto a mantener conversaciones de “alto nivel” con Ucrania.
Xi Jinping dijo, según el canal CCTV, que China estaba “dispuesta a trabajar con todas las partes de la comunidad internacional y abogar por un concepto de seguridad común, global, cooperativo y sostenible, y salvaguardar firmemente el sistema internacional con las Naciones Unidas en el centro”.
Por su parte, desde el Kremlin indicaron que en general, la conversación tuvo un carácter “constructivo y amistoso” y mostró la coincidencia de las posturas de los dos países en cuanto a las cuestiones principales de la agenda internacional.
La última vez que charlaron los dos líderes fue cara a cara el pasado 4 de febrero, cuando Putin visitó Pekín para asistir a la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno. Xi le apoyó entonces en la demanda de que la OTAN frene su expansión en Europa del Este. A cambio, el ruso secundó la posición del chino de oponerse a toda independencia formal de Taiwan, la isla con un gobierno autónomo y democrático que China considera una provincia separatista. Tras su reunión en la capital china, ambos líderes firmaron un largo comunicado que apuntaba a una amistad entre China y Rusia “sin límites ni áreas prohibidas de cooperación”.