Guillermo Moreno: “Milei ya fracasó”

Guillermo Moreno: “Milei ya fracasó”

El exsecretario de Comercio Interior habló con NU.


¿Por qué ve al actual presidente como alguien revolucionario?

Javier Milei es un anarcocapitalista y obviamente, su concepción es absolutamente revolucionaria. Es una continuidad de los viejos anarquistas, de aquellas mujeres que pintaban en las calles, “Sin Dios, Sin Patrón, Sin Marido”, con dos diferencias. La primera es que éstos dan la vida por la propiedad privada. Y, segundo, que algunos de ellos se hicieron religiosos. Sobre todo, el mentor ideológico de Milei, que es el economista español Jesús Huerta de Soto. De hecho, Soto tiene una ponencia que dice que Dios es anarcocapitalista. La mayoría de los anarcocapitalistas son agnósticos o ateos. Estamos hablando de una secta poco numerosa. Son algunos cientos en el mundo. Y nosotros tenemos la singularidad de que uno de ellos es el presidente de la Argentina. Una cosa insólita.

¿Y qué opina del lado religioso de Javier Milei?

Él se ha declarado católico y está haciendo un paso de transición hacia el judaísmo, pero no sé si lo va a terminar o no. Digamos que, además de ser inmaduro económicamente, lo es espiritualmente. Es casi un adolescente. Con cincuenta y pico de años, él se define católico, pero hace una transición hacia una secta judaica que no es la más numerosa en términos de la religión judía, que son los macabeos.

¿Usted en lo personal es religioso?

Sí. Yo soy de ir a la misa de forma semanal.

¿Cree que cumple un rol fundamental en la política?

Cumple un rol fundamental en la vida. Por lo tanto, también lo cumple en la política. Nosotros, los peronistas, decimos que somos un movimiento humanista y cristiano. Es una guía de valores.

Yendo al tema de las marchas, usted declaró que es mejor esperar con tranquilidad. ¿A qué se refiere?

Es muy simple. Los compañeros que plantean que hay que hacer una resistencia es porque piensan que Milei puede ganar. Yo creo que ya fracasó.

¿Está diciendo que tiene los días contados?

Lógico.

¿No cree que eso puede dañar la democracia?

No. La Ley de acefalía es constitucional. Por eso, digo que hay que dejarlo fracasar en paz y en orden. Nadie resiste al fracaso.

¿El fracaso lo amerita a esta idea que usted planteó sobre cómo Milei se enfrenta al trabajo, pero también al capital?

Agudizó lo heredado. Es cierto que Milei recibió la peor herencia que un gobierno dejó desde el retorno de la democracia. En eso, coincido con él. Ahora, no sólo no resuelve la macroeconomía, sino que destruye los ingresos populares con el salto de precios que hubo. Y a su vez, hostiga al capital con el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU). Es el primer gobierno que hostiga a los trabajadores y al capital. Fracasó.

Sin embargo, empresarios como Paolo Rocca, Héctor Magnetto y Marcos Galperín salieron a respaldarlo…

Una cosa es la foto que se sacan y otra lo que escriben. Clarín escribió, por boca de Ricardo Kirschbaum, que no es cualquier periodista, que el funcionario que hizo este DNU ya fracasó con de la Rúa, volvió a fracasar con Macri y ahora va por su tercera medalla. Es el primer gobierno que veo que deliberadamente hostiga al capital.

Algunos constitucionalistas han dicho que el DNU no es legítimo desde el punto de vista legal y que es sólo una estrategia para lograr que se aprueben ciertas leyes. ¿Usted qué opina?

Es la propia inmadurez de Milei. Y también, su propia concepción revolucionaria. Y la revolución triunfa o fracasa. No hay puntos medios. Pero estamos ante una revolución anarcocapitalista no nata.

¿Y el triunfo de Milei no fue un fracaso de Cristina Fernández?

Cristina empezó a pensar mal. Dejó de ser peronista y empezó a pensar mal. Desde que irrumpió Axel Kiciloff en la política y ella lo nombró como Ministro de Economía, que no da pie con bola. Aceptó las políticas socialdemócratas de Kiciloff. Y así, cambió el esquema peronista de producción y trabajo. Entonces, devaluó, salió a arreglar con los Fondos Buitre, todo al revés de lo que habíamos hecho en la década peronista que va desde el 2002 hasta el 2012, con un año de transición, que es el 2013.

Y el nuevo movimiento peronista del cual habla, ¿se está efectivamente armando?

Me parece que se va haciendo en el propio accionar. Estamos empezando. Necesitamos tiempo.

¿Y quién lo lideraría?

Yo prefiero a cualquiera que tenga cara de peronista y que no sea socialdemócrata. Kiciloff es muy bienvenido a la mesa salvo cuando habla de economía.

¿Y como gobernador?

Como gobernador de la provincia de Buenos Aires está muy bien. Cuando habla de economía es un problema para el peronismo. El socialdemócrata es alguien que habla del Estado benefactor. Y los peronistas somos esclavos de un pueblo libre. No somos keynesianos. Somos unos clásicos.

Usted llegó a decir que prefiere a Riquelme antes que a Kiciloff…

Fue un chiste lo de Riquelme. Es verdad que tiene cara de peronista. Pero no es el candidato que estoy sugiriendo.

¿Usted es bostero?

Yo soy de Racing.

¿Hay una explicación política?

No, no. Nací en San Telmo. Los que nacimos en San Telmo o éramos de Boca o de Racing.

No llegaba hasta Barracas. No salió de Huracán.

Huracán es un equipo que quiero mucho porque yo fui a la primaria en el Parque Patricios.

¿Y se considera supersticioso?

No, la verdad que no.

¿Entonces no hay magia que para que resurja el movimiento peronista?

En mi opinión, hay que trabajar, pero en tranquilidad. El movimiento peronista va a resurgir. El tema es con qué estrategia.

En este resurgimiento, ¿entra el concepto de hombre libre?

Sí, claro.

¿Por qué cree que Milei pudo apropiarse de esta idea?

Porque Alberto Fernández se dedicó a hablar incansablemente del Estado. Les quitó el oxígeno a los pibes. Si hay tanta pobreza, la economía es un desastre y hablás todo el tiempo del Estado, entonces todo eso es culpa del Estado. Además, el gobierno de Fernández fue un desastre, fue un asco. Entonces, por propiedad transitiva, el asco es el Estado. Dos más dos es cuatro.

Y si usted fuera hoy el ministro de Economía, ¿qué medidas aplicaría?

Tenés que ordenar la macroeconomía como lo hicimos en la década ganada. Tenés que tener equilibrio fiscal y tenés que tener equilibro del sector externo. En ese sentido, tenés que tener superávit fiscal primario y una robusta balanza comercial.

Pero eran otras condiciones…

Eran otras condiciones porque el mundo era antagónico al proceso peronista. A pesar de eso, hicimos la década ganada. Ahora, tenemos un mundo favorable para el universo peronista. El problema de los últimos gobiernos es que no aplicaron la economía peronista.

¿Eso beneficiaría a la industria nacional?

Hoy, no veo a la industria nacional muerta, pero la veo muy mal porque parte del esquema de Milei es desindustrializar el país. Es obvio que no le preocupa. La industrialización de un país es un hecho voluntario, no espontáneo. Milei lo entiende al revés y cree que surge del resultado de la interacción entre personas físicas o jurídicas. Para el peronismo, se tiene que plantear una serie de guías para poder alcanzar y aplicar el modelo de desarrollo. Y hoy el mundo favorece a aquellos países que tienen memoria industrial, como es el caso de Argentina.

¿Y qué haría para reducir la inflación?

Nosotros nunca hicimos control de precios. Hicimos administración de comercio, que serían los precios conversados.

Otro concepto que usted trajo es la idea de mantener el statu quo. Y el garante de eso, de acuerdo a usted, es el Poder Judicial.

El Poder Judicial, como le corresponde al defensor del statu quo, es el que va a confrontar con la revolución anarcocapitalista.

¿Pero no fueron los que supuestamente cometieron lawfare contra Cristina?

Eso es un problema de los kirchneristas, que no sé ni quiénes son. De ninguna manera estoy de acuerdo con esa afirmación. Nunca estuve de acuerdo ni con el lawfare, ni con el juicio político. Por primera vez, hay tres peronistas en la Corte Suprema. Es ridículo, entonces, hacerles un juicio político.

En su momento, ¿cómo vio ese accionar por parte del gobierno kirchnerista?

Lo vi mal. Sobre todo porque hay tres peronistas sobre cuatro. Nunca el peronismo tuvo tanta mayoría en la Corte.

Volviendo a la actualidad, usted mencionó en repetidas ocasiones el concepto de mundo. En ese sentido, ¿qué rol cumple la Argentina en el exterior?

El nuevo orden internacional tiene tres ejes básicos. Uno de ellos es Trump, que seguramente gane las próximas elecciones. El otro es Putin, que claramente está ganando la guerra contra Ucrania. Y el Papa Francisco. Estos tres vectores ordenadores reemplazan a la globalización. Pasa que lo que murió no terminó de morir y lo que nació no terminó de nacer.

¿Y cómo llamaría a este nuevo orden?

Vuelve el nacionalismo. Y la discusión va a ser si es un nacionalismo de características europeas xenófobas o bien, un nacionalismo americano de brazos abiertos e inclusión, en donde el ejemplo más típico es el peronismo. Trump es un nacionalista que busca que el Partido Republicano sea el partido de los trabajadores y tiene que aprender todavía que entre pueblos hay que construir puentes y no muros. Pero convengamos que la economía que hizo Trump es casi igual a la que hicimos en la década ganada.

Es curioso, entonces, que Trump reciba tantas críticas del progresismo…

Es que el progresismo no ayuda a la gente. Por eso, fracasaron.

¿Cree que la guerra en el Medio Oriente resignificó el rol de Putin?

Lo peor que puede hacer es Israel es deshacerse de Benjamín Netanyahu. Es el único que entiende el nuevo rol de Israel en Medio Oriente. Por eso, viajaba a verlo a Putin. Israel perdió la hegemonía de la representación del occidente porque Irán volvió a ser occidente de la mano de Putin. El nuevo orden internacional significa un nuevo occidente ampliado. En este occidente ampliado, India, Medio Oriente y Vietnam pasan a ser occidente. El único que no va a serlo es China. La pregunta es por qué Israel no bombardea a Irán. Porque no se lo permite Putin.

¿Y qué opina de la masacre del pasado 7 de octubre?

Se está reordenando el mundo y los palestinos entran en ese debate. La masacre del siete de octubre y las metodologías son repudiables. Todas. Yo insisto con que revisen el rol de Netanyahu. Por algo viajaba a verlo a Putin y también, es amigo de Trump. Y el Papa está planteando la importancia de las tres religiones monoteístas en la construcción del nuevo occidente.

En ese marco, ¿cuáles serían las relaciones exteriores que usted aconsejaría para la Argentina?

Alineadas con Su Santidad, que esperemos que Dios le dé al menos cinco años más de vida.

Por último y volviendo a la política local, ¿qué les diría a las personas que hoy están atravesando la crisis económica?

Que con paz y tranquilidad, aguarden al fracaso de Milei.

¿Pero y a aquella persona que viene aguantando y no da más?

Y bueno…éste es el problema. Si la realidad de aquellos que no están llegando a fin de mes se impone antes de que el peronismo se vuelva a organizar hoy, no tenemos solución. El peronismo tiene que actuar lo más rápido posible para estar cuanto antes en aptitud para gobernar.

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