Así lo expresaron hoy el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el ministro de Economía, Axel Kicillof, luego del anuncio que este último y su par de Planificación, Julio De Vido, hicieran el jueves respecto de quitas parciales y graduales en los subsidios al gas y el agua corriente, que implican aumentos de hasta el 400 por ciento en las boletas.
En declaraciones radiales, cuando se le preguntó si se pensaba avanzar en materia de quita de subsidios a energía eléctrica, combustibles y transporte público, contestó: “Venimos trabajando a futuro, es muy dinámico y si tuviera un anuncio, lo haría. Pero toda la política de subsidios ha sido muy dinámica en estos 10 años. Se ha creado la Asignación Universal por Hijo, el plan Progresar, otros tantos programas para apuntar a donde más se necesita”.
“El Gobierno va a seguir trabajando para redireccionar toda la batería de subsidios, que son importantes, porque crean empleos, reducen la carga para los hogares y pueden consumir más, lo que es bueno para ellos, la economía y el mercado interno”, adelantó.
En tanto, ambos funcionarios mantuvieron la postura de negar que la medida sea un “tarifazo” o que se haya buscado “conseguir caja” ante el creciente déficit fiscal, además de presentar la quita como un “redireccionamiento“.
Sin embargo, el anuncio implica quitas que van de un 20 a un 80 por ciento en los subsidios al agua y el gas, lo que se traducirá en aumentos que van del 70 al 400 por ciento en lo que abonan los usuarios.
Kicillof insistió en que “hoy estamos encarando una profundización, una sintonía fina en el tema subsidios, pero lo estamos haciendo con la tranquilidad que da que no hay una necesidad imperiosa de reducirlos. No hay ningún problema. Lo hacemos con tranquilidad, con análisis serios. El objetivo, estamos trabajando desde 2008, en el consumo responsable”.
El monto total que el Estado destinó a subsidios fue de 134.114 millones de pesos. Capitanich, en su contacto matinal con la prensa, pidió “que no nos tome la ansiedad” y advirtió que “cada decisión será publicada oportunamente” por el Gobierno.
Capitanich indicó que “la política es incentivar el uso racional y responsable de los servicios públicos tendiendo al ahorro”, a la vez que ponderó que “el Estado nacional ha generado un fuerte proceso de inversión para expandir la red de agua potable y cloacas”.
Asimismo, cuestionó que “los que antes pedían la reducción de subsidios, ahora protestan contra la reducción de subsidios” o “nos dicen, ‘¿por qué no lo hicieron antes? ¿por qué lo hacen ahora?'”.
Por su parte, luego de criticar a la prensa que hizo hincapié en los porcentajes de aumento que tendrán las facturas en lugar de mencionar los montos, Kicillof insistió con que “no es un tarifazo, es una quita de subsidios, pero no una quita total. Es una reducción de subsidios y para algunos, diferencial: Al que menos consume la reducción es más o menos de un 20 por ciento y al que más consume, de un 80 por ciento”, explicó.
El titular del Palacio de Hacienda comparó el consumo domiciliario de gas en el país con el de la región, y aseguró que en la Argentina “es cinco o seis veces mayor. Hay un sobre consumo o un consumo no responsable, lo que estamos fomentando es el consumo responsable. Por eso no aplica la palabra tarifazo”.
“Uno puede tomar la decisión individual de tener una conducta más responsable en el consumo y si gasta 20 por ciento menos de gas, no se le aplica la reducción. Para el que ahorre, no hay cambios”, reiteró.