La Justicia avanza en la búsqueda de los autores del hackeo al teléfono celular del exministro de Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro . Y las expectativas estaban puestas en el comienzo de esta semana en las indagatorias a cinco personas sospechosas de haber estado atrás de la maniobra informática. Pero la sorpresa llegó con la confesión de uno de ellos.
Se trata de Elías Ezequiel Nuñes Pinheiro, un joven de 22 años que fue indagado en las últimas horas por la fiscal especializada en Delitos y Contravenciones Informáticas, Daniela Dupuy, y la jueza Araceli Martinez, del Juzgado Penal, Contravencional y de Faltas N°29 de la Ciudad de Buenos Aires. Este era uno de los cuatro sospechosos que estaban bajo la mirada de los investigadores, que hubo que la maniobra informática se hizo en la localidad de Eldorado, provincia de Misiones.
En su indagatoria, Nuñes Pinheiro reconoció haber sido el autor del SIM-SWAP mediante la cual conoció el acceso a la información del celular del ahora ex ministro. En su declaración también habría dicho que lo contactaron por redes sociales y le pagaron por hacer el trabajo.
Pese a esa confesión, la jueza de garantías que interviene en la causa donde se investiga el hackeo al celular de Marcelo D’Alessandro dijo que hasta el momento no se encontraron evidencias de una vinculación política.
María Araceli Martínez, titular del Juzgado Penal, Contravencional y de Faltas N°29 de la Ciudad de Buenos Aires, fue consultada acerca de si en el expediente surgieron pruebas que presuman una intervención política del hackeo. “No, está en etapa de investigación, pero no lo he visto”, dijo.
La consulta fue a partir de que trascendió que Antonio Aquino, uno de los investigados, se movía en una moto Yamaha que está a nombre de Héctor Daniel Irala, quien sería empleado del Gobierno de Misiones y agente del Club San Jorge.
La jueza, en tanto, afirmó: “A D’Alessandro no le robaron el teléfono, obtuvo sus datos personales, llamó a la empresa e hicieron el procedimiento por el cual pudo acceder a la información. Es un hecho muy grave, creo que todos los argentinos estamos en peligro porque nuestra intimidad está protegida por el artículo 19 de la Constitución Nacional y nadie tiene derecho a acceder a nuestra información privada”.
Las pruebas contra Nuñes Pinheiro
La magistrada porteña aclaró que forma parte de la causa como jueza de Garantías y que la titular de la Fiscalía Especializada en Delitos y Contravenciones Informáticas de la ciudad, Daniela Dupuy, es quien está al frente de la investigación.
“Ella tiene todos los elementos intelectuales y materiales como para poder investigar este tipo de delitos. Inició la investigación a partir de la denuncia que hizo D’Alessandro, pero no sólo hackearon su teléfono, sino el de otras personas”, manifestó.
En esa línea, Martínez dijo que fue quien ordenó los allanamientos que ocurrieron la semana pasada en Eldorado, Misiones. Uno de ellos en la casa de Elías Ezequiel Nuñes Pinheiro, el joven de 22 años que confesó haber hackeado el teléfono del ex funcionario porteño. “Ordené allanar de acuerdo a las pruebas que surgieron en la causa. Había uno de los imputados sobre el que realmente había muchas pruebas que demostraban que podía ser el presunto autor de los hechos”, sostuvo la magistrada.
Entre ese material al que accedió la Justicia hay una decena de perfiles falsos de la plataforma Nosis y al menos uno de ellos tendría su nombre real en el usuario. A partir de esas cuentas Nuñes Pinheiro habría logrado acceder a la información de D’Alessandro necesaria para responder la trivia de preguntas que solicitó la empresa telefónica al momento para registrar los datos del funcionario en el nuevo chip.
“Había distintas pruebas, de acuerdo a eso era el que estaba más comprometido. Estaba vinculado a un teléfono a su nombre, correos electrónicos, el llamado que hizo a Nosis para obtener los datos personales del señor D’Alessandro”, repasó la jueza.
Y agregó: “Soy muy respetuosa de las garantías constitucionales. Si libré un allanamiento es porque contábamos con las pruebas como para hacerlo. No quise secuestrar las máquinas de los comercios allanados para no perjudicar la actividad comercial”.