El exjefe de gabinete y precandidato a intendente de Pinamar, Aníbal Fernández, realizó polémicas declaraciones sobre la gobernadora María Eugenia Vidal, al mencionar que prefería dejarle sus hijos a Ricardo Barreda antes que a ella.
Desde el Frente de Todos no tardaron en llegar los repudios ante esas palabras, y en separarse de las mismas. Una de las primeras en hacerlo fue Ofelia Fernández, precandidata a legisladora porteña, a quien llamó “salame” a través de sus redes sociales.
Pero luego llegó el repudio de otros integrantes del partido, como el precandidato a gobernador bonaerense, Axel Kicillof; la massista Malena Galmarini; Facundo Moyano y hasta Matías Lammens.
Lammens, aspirante a jefe de Gobierno porteño, expresó en diálogo con LN+: “No estoy de acuerdo para nada, me parece una locura”.
“Uno puede tener todas las diferencias políticas del mundo, pero Vidal es madre de familia, una buena persona, me parece una locura, una demencia”, manifestó.
Por su parte, el diputado Moyano expresó a través de Twitter:
La misma red social eligió la concejala de Tigre Malena Galmarini:
Y, finalmente, este domingo 28, Kicillof salió a cuestionar a Aníbal por lo dicho: “La comparación con un femicida me resultó penosa”.
En diálogo con “El Fin de la Metáfora”, de Radio 10, el exMinistro de Economía diferenció su campaña de la del ex funcionario: “No quiero una campaña sucia ni de agresiones”.
“Desde el primer día mi campaña se trata de proponer, discutir ideas y prioridades. No quiero una campaña sucia ni de agresiones. No es mi forma de hacer política. Mi campaña es mucho más sencilla: se trata de recorrer la provincia, de escuchar, de tomar nota, de tratar con mucho esfuerzo contagiar entusiasmo para convencer a los bonaerenses de que es posible poner en marcha la producción y el trabajo, recuperar la educación pública y la salud pública que están tan goleadas. Yo voy a seguir con esa campaña”.
