A los 29 años, en 1999, se convertía en el intendente de Morón más joven de la provincia de Buenos Aires. De la mano de la Alianza (él militaba en el FrePaSo), Martín Sabbatella pasaba a ser la mosca blanca del conurbano bonaerense luego de que Juan Carlos Rousselot fuera barrido por los concejales debido a malversación de fondos.
Hasta el día de hoy, los barones peronistas de la zona oeste parecen no perdonárselo, según dejan trascender más fuera de micrófono que delante de él. Eso y que es un kirchnerista no peronista: sus orígenes políticos datan de su participación en la Federación Juvenil Comunista, ariete joven del PC.
Tras enfrentar al kichnerismo como candidato a diputado en 2009, Sabbatella y su partido, Nuevo Encuentro, se volvieron un leal aliado extrapartidario de la Presidenta y forman parte hace años del espacio Unidos y Organizados, además de compartir listas con el PJ a nivel provincial y nacional. En 2012, Cristina lo designó al frente del poderoso AFSCA para encabezar el ajuste del Grupo Clarín a la ley de Medios, algo que logró con claroscuros. Hoy, busca ser vicegobernador por el oficialismo acompañando a Aníbal Fernández y enfrentando en la interna al tandem Domínguez-Espinoza.
-¿Cómo se siente en lo que va de la campaña, a pocos días que termine antes de la veda de las PASO?
-Estamos muy contentos con Aníbal de poder representar al Frente para la Victoria en la Provincia, el proyecto nacional que lidera la Presidenta, es un orgullo para mí y lo tomo con mucha responsabilidad, y en particular para mí también es importante compartir una fórmula con quien la Presidenta eligió para ser jefe de Gabinete.
-¿Qué los distingue como binomio?
-Nuestra formula expresa con claridad el espíritu frentista del FpV, la unidad en la diversidad, esencia del proceso político que estamos viviendo. Justamente una característica de este proceso es que el kirchnerismo permitió convocar mujeres y hombres de distintas tradiciones políticas que compartimos un ideal. Lo mismo sucede con la fórmula (presidencial) de Scioli y Zannini, hay complementariedad. Con Aníbal somos dos hombres del equipo de la Presidenta, tenemos afinidad en términos de que le ponemos el cuerpo al trabajo, no nos da lo mismo si las cosas salen bien o mal. Es la fórmula que mejor representa al kirchnerismo y que nos va a tocar en agosto la representación del conjunto para enfrentar a la derecha. Estamos convencidos que vamos a estar asumiendo la gobernación en diciembre.
-Usted dice que es la fórmula que mejor expresa al FpV. ¿Domínguez y Espinoza no lo representan?
-No me gusta hablar de la otra formula. No hay duda que Aníbal representa al justicialismo de la Provincia y yo a otra fuerza política que integra el FpV. En esta unidad se expresan un montón de otros sectores, actores, organizaciones gremiales, que conforman el movimiento kirchnerista. Mi fuerza, Nuevo Encuentro, es una fuerza que nació del compromiso de hombres y mujeres que vienen del peronismo, del radicalismo, de la izquierda, no nos es ajena ninguna de las tradiciones populares.
-¿Cuáles son las prioridades de ustedes en caso de ganar la gobernación?
-Aníbal planteó cinco grandes ejes: seguridad, educación, salud, producción industrial y producción agropecuaria. Consideramos que son los ejes prioritarios a la hora de pensar el plan estratégico de la Provincia. Dada la heterogeneidad de esta Provincia de 15.6 millones de habitantes, 10 de ellos en el Conurbano, hay que tener un plan de desarrollo estratégico que tenga en cuenta las particularidades de cada región. Siempre hay más para hacer y hay nuevos desafíos, cuidar lo hecho y construir para arriba.
-Está en claro que es el mismo proyecto político y habrá continuidades. ¿Puede adelantar algo de lo que entraría dentro de la parte de los cambios?
-En materia de seguridad creemos que hay que reforzar la conducción política y civil, la responsabilidad en seguridad es de un gobernador, del vice y de un ministro civil. Los policías tienen que tener mayor capacitación, mayor logística y mayor inteligencia criminal, entendiendo situaciones que hay que articular con los municipios.
-Usted entonces mantendría la policía municipal…
-Seguramente hay cosas que cuidar, que consolidar y que al calor del debate y la aplicación se van viendo. Siempre cuidando lo hecho. La policía local, bien conducida y si hay compromiso de esos gobiernos locales, permite tener cercanía.
-¿Le molesta cuando los formadores de opinión y los medios dejan trascender que a usted los intendentes lo odian por haberlos enfrentado en el pasado?
-No es cierto, nosotros tenemos una relación excelente con la mayoría de los intendentes, la mayoría expresó neutralidad a la hora de apoyar una fórmula. Todos los intendentes de la Provincia van con las dos boletas. Puede ser que alguno tenga mayor cercanía con otro pero la inmensa mayoría planteó neutralidad. Más allá de esas diferencias que pudimos o podemos tener. Las diferencias se procesan en unidad.
-¿Cómo ve a la oposición bonaerense, como el Pro o el massismo?
-Me parece que la derecha conservadora de la Argentina se expresa en la propuesta del macrismo, es la que invita a retroceder, más allá de que en forma electoralista y oportunista, y que por asesoramiento seguramente, tengan este discurso hoy de reconocimiento del rol del Estado. Pero a pesar de todo eso, son más coherentes en expresar sus opiniones estos años sin disfrazarse. En cambio el massismo fue absolutamente inconsistente, no tuvo consistencia, no se sabe bien qué fue, la sociedad descubrió eso a tiempo y por eso se derrumbó.