Esa es al menos la actitud que pide la jefatura de campaña, a cargo del jefe de Gabinete, Marcos Peña, con su “embajador” para el distrito bonaerense, Fernando de Andreis. Todos los funcionarios que sean referentes en sus jurisdicciones y tengan algún tipo de armado competitivo fueron compelidos a competir. Si mantienen o no su cargo, se verá según para lo que se postulen.
Los nombres de la lista macrista que se va perfilando tienen una característica: en su mayoría son adultos jóvenes sub-45, hombres y con cargos ejecutivos. Además, todos suelen tener el respeto y la confianza de la cúpula y fueron de los que batallaron desde el comienzo en sus distritos.
El primer caso en definirse fue el del subsecretario de Asuntos Electorales, Ezequiel Fernández Langan. Tras analizar si iba por el cargo de senador bonaerense, a fines de abril se decidió que compita para diputado nacional dentro de los primeros 12 nombres (los que aspiran a ingresar) de Cambiemos, en una nómina que posiblemente esté encabezada por el médico mediático Facundo Manes, amigo personal de la gobernadora Vidal.
El ministro de Educación provincial, Alejandro Finocchiaro, es otro que saldrá a la cancha como candidato a diputado bonaerense por la Tercera Sección. Su intención es hacerse fuerte para disputar en 2019 la intendencia de La Matanza (un anhelo que también compartiría Cristian Ritondo). La situación de Finocchiaro se complejiza porque suena fuerte como reemplazante de Esteban Bullrich en la cartera nacional, en caso de resultar electo senador.
Con respecto a los niveles municipales, los funcionarios con escritorios a cargo saldrán a la cancha en masa y todos con la mira puesta en las intendencias en 2019. Cumplen con ser los referentes de Cambiemos que más miden en esos distritos, funcionales a la directiva que bajó Marcos Peña: pidió que el Pro no vaya a internas con la UCR en donde pueda perder, para proteger la marca partidaria.
La lista arranca por el subsecretario de Asuntos Municipales de la Nación, Lucas Delfino, que será candidato a primer concejal en Hurlingham. No dejará su cargo al lado de Frigerio: tiene pensado renunciar a su sueldo de edil pero marcarle la cancha al intendente Juanchi Zabaleta desde el HCD. También ese podría ser el caso de su homólogo en la Provincia, Alex Campbell, mano derecha del jefe de Gabinete, Federico Salvai. Campbell podría ser cabeza de lista para concejales en San Fernando también manteniendo el cargo, pero aún no está definido por un motivo: la gestión del massista Luis Andreotti tiene alto nivel de apoyo y a nivel municipal nadie cree poder ganarle.
El subsecretario de Vivienda, Evert van Tooren, volverá a probar suerte como concejal en Esteban Echeverría, lo mismo que el funcionario del área de comunicación de Casa Rosada, Pablo Alaniz, en su Florencio Varela natal (con intención de desbancar como caudillo local del macrismo al ex duhaldista Dardo Ottonello).
El subsecretario de Desarrollo Social provincial, Ezequiel Pazos, tendrá un nuevo intento como primer concejal en José C. Paz, al igual que el subsecretario de Fortalecimiento Familiar, Gabriel Mércuri, en Lomas de Zamora. Otro funcionario del Ministerio de Desarrollo Social vidalista, Leandro Costa, encabezará en Escobar. En el distrito contiguo de Tigre, cuna del massismo de difícil anclaje para el Pro, jugará el director de la UDAI local de la Anses, el actor Segundo Cernadas.
El director provincial de Juventud, Alberto “Albi” Czernikowski, podría competir en Malvinas Argentinas. El ex novio de la modelo mediática Karina Jelinek –a quien llevó en alguna bajada territorial– no tiene asegurado el triunfo porque quien busca ser cabeza de lista para el HCD es el director local de Anses, Maximiliano Cariglino, sobrino del senador bonaerense Roque Cariglino. Por ahora la lista sigue abierta.
En Almirante Brown será Carlos Regazzoni quien baje a competir por la primera banca de concejal. Su labor también será “patear la Tercera Sección”, como le pidieron el Presidente y la gobernadora, luego de que diera un paso al costado al frente del PAMI por desavenencias con el tándem Lopetegui-Quintana. Las aspiraciones de Regazzoni impiden que se sume a Cambiemos el sector que responde a Darío Giustozzi, quien ya había manifestado su interés de incorporarse en el vidalismo.
La excepción a la regla dentro de los macristas puros que competirán es Gladys González, funcionaria a cargo del Acumar y referente de Avellaneda, única mujer del Pro que figura en la danza de nombres actual (acompañaría en el binomio para el Senado a Bullrich). Otra posible mujer de peso en el armado sería Soledad Martínez, quien debe renovar su banca de diputada, aunque algunos creen que su jefe político, el intendente Jorge Macri, podría tener otros planes para ella y para sí mismo: quiere un cargo alto en el Ministerio del Interior como premio consuelo a su abdicación por la senaduría.
A esta lista de nombres Pro para pelear el Conurbano, siempre más hostil que el resto del país para el Gobierno, hay que agregarle una preocupación para el vidalismo: Mar del Plata y La Plata. Allí las gestiones de los intendentes oficialistas no cuentan con el apoyo deseado y no solo son dos de los cinco municipios con más votantes sino que allí Cambiemos recibió una lluvia de votos en 2015. De aquí al 24 de junio la gobernadora deberá terminar de tejer la red que definirá su suerte en una elección que catapultará o sepultará su gestión de los próximos dos años.